Los signos de Fuego

Aries, Leo y Sagitario son los signos de fuego.

El fuego da calor o quema. Es movedizo, inquieto, restalla, crespita, arde y se consume; causa placer, produce molestia, según donde este ubicado.

• Los signos de fuego en la astrología pueden encenderse fácilmente también, son muy temperamentales, pero si se los gestiona adecuadamente, pueden ser muy beneficiosos.

• Los signos de fuego pueden ser emocionalmente inestables y ser muy apasionados. Al igual que el fuego, estos signos pueden cambiar su curso en un instante, son muy dinámicos y son los primeros en arrojarse a lo desconocido y en tomar la iniciativa con entusiasmo aventurero.

• El fuego aquí no es algo físico, sino que simboliza una energía mística que empuja a la gente de estos signos del zodiaco a ver el mundo a través de su intuición, en confiar en su instinto a la hora de iniciar algo.

• Las personas nacidas bajo los signos de fuego poseen un fuerte sentido de sí mismos. Al igual que el fuego no tiene en cuenta nada a su paso, la gente de fuego pueden ser muy egoístas, pues se están moviendo tan rápido que no se quedan atascados pensando en los demás. Estas personas son impulsivas y al igual que el fuego se propagan y pasan a la acción antes de pensárselo dos veces ya que confían plenamente en su intuición para hacer las cosas.

Correspondencia psicológica:

Hace a las personas entusiastas, alegres, vigorosas, confiadas en si mismas, optimistas, ardientes, activas, apasionadas, intensas en la emoción, amiga de la buena vida, de los deportes, del ejercicio y de las aventuras. Siempre dispuestas a aceptar lo que sea nuevo y no son temerosas de afrontar peligros y exponerse en la vida. Pueden ser atropelladoras sobre los más débiles; violentas o impacientes. No las guía el razonamiento deductivo ni especulativo, sino la intuición, que le permite saltar etapas lógicas. No conceden tiempo a los dolores y sufrimientos propios o ajenos; tampoco se detienen a disfrutar de los logros, ya que una vez que han conseguido su objetivo se proponen inmediatamente otro, que les permitan seguir disfrutando del triunfo de su voluntad. Lo peor que le puede pasar a una persona de Fuego es ver derrumbarse sus ideales o ser conmovida en las bases de su fe.

Este elemento se refiere a una energía radiante universal, que es excitable, entusiasta y que a través de su luz, aporta color al mundo. Es la energía que fluye en modo inspirado, automotivado.

La experiencia del fuego está centrada en la identidad personal.

Es una energía autoconcentrada y más bien impersonal. Espíritu elevado, gran fe en sí misma. Necesita mucha libertad, a fin de expresarse naturalmente y comúnmente busca este espacio, mediante la insistencia en su punto de vista.

Los signos de fuego pueden dirigir, mejor que otros signos, su energía conscientemente (aunque no siempre con coherencia).

Su voluntad de ser y de expresarse libremente, es infantil en su simplicidad. Esto a veces genera que lo demás se sientan cautivados u ofendidos.

Los defectos rara vez se manifiestan como resultados de malas intenciones, sino a través de la falta de control personal y sensibilidad hacia los demás. Aparecen más bien como tozudos, hasta abrumadores en ocasiones, abalanzándose sobre las cosas con tal apresuramiento que sin intención causan destrucción o hieren los sentimientos de los demás.

Estos signos tienden a ser impacientes con las personas más sensibles y amables.

Creen que el agua los extinguirá y la tierra los apagará. Por lo tanto se lamentan del emocionalidad y la pesadez de estos otros signos. Por esta razón, se llevan mejor con los signos de aire. Pero son demasiado ardientes e impacientes, para que el delicado sistema nervioso de los signos de aire los tolere mucho tiempo. Pero también, aunque generalmente son estimulados por los signos de aire, se cansan con facilidad de su excesivo intelectualismo.

Defectos:

Demasiado fuego es peligroso y destructivo; vehemencia, pasión, reacción inesperada. La persona es demasiado exuberante, extravagante, inclinada a los excesos; impetuosa, de excesivo optimismo. Se manifiesta con orgullo, arrogancia y falta de simpatía hacia los débiles.

Pero la falta de fuego hace tender también a la falta de entusiasmo, de espíritu, de vitalidad; el individuo se vuelve demasiado materialista, serio, tímido o depresivo, apático y pesimista.

“En teoría”: el FUEGO va bien con el AIRE, porque lo aviva y lo hace revivir. En cambio, va mal con el AGUA porque esta lo apaga, y con la TIERRA, porque lo asfixia.

Desequilibrio del Fuego

Ante una falta de fuego se observa falta de energía ígnea y de confianza en la vida misma. La alegría de vivir está ausente y hay carencia de fe y optimismo. Falta de confianza en sí mismo, tendencia al desaliento y a la falta de entusiasmo. Los desafíos asustan y cualquier problema mayor lleva largo tiempo para ser vencido.

Es muy aconsejable el ejercicio físico y una buena dieta, para recuperar la energía vital. Todo debe ser hecho con moderación, para no agotar la energía existente.

Un exceso en el fuego, hace que la persona tarde en darse cuenta y cuando lo hace ya se quemó. Los individuos son demasiado activos, inquietos y muy interesados en hacer que en el mundo ocurran las cosas.

Puede generar problemas en el trato con los demás, pues la impulsividad, el egocentrismo y un deseo de actuar a toda costa, puede desembocar en un modo muy insensible y tosco de acercarse a los demás.

Pueden parecer salvajes, turbulentos, extravagantes, exagerados, apasionados, atolondrados, excesivamente confiados y autocomplacientes. De rasgos primitivos y marcada tendencia a la exaltación del ego, importancia personal, vanidad y amor por la pompa y la grandiosidad.

En armonía, son buscavidas que se motivan solos y a menudo se ponen en marcha con buen éxito y promueven alegremente nuevas empresas, proyectos y aventuras idealistas que exigen tremenda dedicación, valentía y energía.

Siempre necesitan motivación, objetivos y altas metas.

Aries.

Aries es el primer signo de fuego lo que significa que es un signo muy dinámico y las cualidades temperamentales en él están aumentadas.
Aries, en la astrología representa el fuego en su forma más pura. Es más activo que los demás signos y está interesado en todo tipo de aventuras.
Al igual que un pequeño fuego que acaba de ser encendido en una chimenea llena de leña, así es como Aries muestra sus fogosas cualidades y entusiasmo.

Leo.

Leo es el segundo signo de fuego.
A Leo le encanta ser el centro de atención y aquí es donde se realizan y se sienten mejor.
Como el sol, Leo es estable y radiante y ayuda a mantener bajo control a los demás signos.
Leo es estable, fiable, y grandioso.

Sagitario.

Sagitario es el último signo de fuego y se inclina hacia lo filosófico.
Representa la parte interior del fuego que es místico y está fuera de alcance. Sagitario es idealista y creativo, la energía del fuego de Sagitario está dirigida a los más altos ideales y propósitos filosóficos.
Sagitario es el mayor y más suave de las tres muestras de la astrología de fuego, es un fuego ya maduro.

 

Bibliografía:

• ANTARÉS, G. (1981): Manual Práctico de Astrología, Barcelona, Obelisco.
• DUMÓN, E.R. (2004): Manual de Astrología Moderna, Buenos Aires, Kier.
• TRUJILLO, L. (2004): Los signos del Zodiaco, México, Diana.