Las Cuatro Estrellas Reales


En Astrología, las cuatro estrellas reales de Persia (o mesopotámicas como también se les conoce) son las estrellas más brillantes en las cuatro constelaciones de: Leo, Tauro, Escorpio y Acuario. (Recordemos que las constelaciones no son lo mismo que los signos zodiacales, los cuales son fragmentos de treinta grados de la eclíptica, la cual es una línea curva imaginaria por donde «transcurre» el Sol alrededor de la Tierra, en su «movimiento aparente» visto desde la Tierra).

Estas estrellas son:
Regulus, situada en el corazón del León.
Antares, la estrella roja en el corazón del Escorpión y también en el pie del Serpentario.
Fomalhaut, la estrella situada tanto en la cabeza del Pez Austral como al final del caudal de agua derramada por el Portador de Agua, Acuario.
Aldebarán, la flamígera estrella roja en el ojo del Toro blanco, es la cuarta estrella real.

Las 4 estrellas en algún momento marcaron los dos equinoccios y los dos solsticios. Aldebarán marcó cero grados de Aries en el 3044 a.C., Antares marcó cero grados de Libra en el 3052 a.C., Fomalhaut marcó cero grados de Capricornio en el 2582 a.C., Regulus marcó cero grados de Cáncer en el 2345 a.C., pero su posición zodiacal ha cambiado, y cambia cada siglo aproximadamente, ya que por ejemplo, en el año 1930 se encontraban
- Aldebarán: en 08⁰ 48' de Géminis.
- Regulus: en 28⁰ 51' de Leo (cada 72 años se desplaza 1 grado).
- Antares: en 08⁰ 46' de Sagitario (cada 100 años se desplaza 01⁰ 30').
- Fomalhaut: en 02⁰ 51' de Piscis.

Estas 4 estrellas mesopotámicas o reales de Persia estaban en los puntos de los equinoccios y solsticios en el año 3000 a.C., y fueron llamadas estrellas reales por los astrónomos persas. Eran consideradas los guardianes del cielo hace aproximadamente 3000 a.C., durante la época de la antigua cultura persa en el área del actual Irán.

Se decía que las constelaciones de las Estrellas Reales estaban fijas porque sus posiciones estaban cerca de los cuatro puntos fijos de la trayectoria del Sol. El Sol era rodeado por cuatro estrellas brillantes al comienzo de cada temporada. A partir de esta observación, los astrónomos persas comenzaron a denominarlas Estrellas Reales.

Los persas creían que el cielo se dividió en cuatro distritos y cada distrito era vigilado por una de las cuatro estrellas reales, las cuales eran consideradas como señal de comienzo de estación o temporada del año, y por ende, de los equinoccios y los solsticios.

En el año 700 a. C., los astrónomos asirios de Nínive había mapeado esencialmente el ciclo eclíptico debido a las cuatro estrellas y, por lo tanto, podían mapear las constelaciones, distinguiéndolas de los planetas y de otras estrellas fijas. A partir de esto, en el año 747 a. C., el rey de Babilonia, Nabu-nasir, adoptó un calendario derivado de la información basada en estas cuatro estrellas, uno después de un ciclo de ocho años y otro de diecinueve (posteriormente adoptando el calendario de diecinueve años como estándar).

Las cuatro estrellas reales con sus nombres modernos y persas antiguos son:
★ Aldebarán (Tascheter) - equinoccio vernal (Observador del Este)
★ Regulus (Venant) - solsticio de verano (Vigía del Norte)
★ Antares (Satevis) - equinoccio de otoño (Vigilante de Oeste)
★ Fomalhaut (Hastorang) - solsticio de invierno (Centinela del Sur)

Aldebarán (α Tauri), Regulus (α Leonis), Antares (α Scorpii), están entre las cuatro estrellas más brillantes cerca de la eclíptica.

Otra estrella brillante es Spica (α Virginis), pero no pertenece a las denominadas Estrellas reales de Persia o de Mesopotamia, que se suele denominar 'estrella real' de manera equivocada y desinformada, sólo por el hecho de ser una estrella muy brillante.


El libro de Enoc explica que los siervos más fieles del Señor dieron nombre a estas cuatro estrellas, y el simbolismo de estas constelaciones dejan suficientemente claro a quiénes representan estas estrellas:

[...] Después vi otros relámpagos y estrellas del cielo y vi cómo Él las llamaba por sus nombres y ellas le ponían atención.
Y vi cómo ellas eran pesadas en balanzas justas, de acuerdo con su luminosidad, sus dimensiones y el día de su aparición y cómo su movimiento genera relámpagos; y vi su curso de acuerdo con el número de los ángeles y cómo se guardan fidelidad entre ellas.
Le pregunté al ángel que iba conmigo y me mostró lo que estaba oculto: “¿Qué es eso?”.
Me dijo: “El Señor de los espíritus te ha mostrado su parábola; estos son los nombres de los santos que viven sobre la tierra y creen en el Señor de los espíritus por los siglos de los siglos” [...].
(Enoch 43:1-4).

Así se le mostraron a Enoch todas las estrellas gobernantes y aprendió sus nombres.

La Cábala llama a estos cuatro signos fijos Hayot o «las Criaturas». Están unidos al «carro», un código cabalístico místico para el vehículo (o meditación) utilizado para ascender a una comunión con lo divino. Estas criaturas aparecen por primera vez en la visión trascendente de Ezequiel: "En cuanto a la semejanza de sus caras, los cuatro tenían la cara de un hombre [Acuario] y la cara de un león [Leo]. . . Los cuatro tenían la cara de un buey [Tauro]. . . los cuatro también tenían la cara de un águila [Escorpio]".

El tetramorfos, el “toro-león-águila-hombre” que en la Biblia aparece en el libro de Ezequiel y que la iconografía cristiana convirtió en una representación simbólica de los cuatro evangelistas que en el arte románico se sitúan alrededor de la figura de Dios, Jesucristo o la Virgen María.

Más tarde, los místicos cristianos asociaron los cuatro símbolos del tetramorfos con los cuatro apóstoles Marcos, Mateo, Lucas y Juan, que son el león (san Marcos), el ángel (san Mateo), el buey (san Lucas) y el águila (san Juan). 

¿Cuál es el significado de todo esto? Los signos fijos tienden a tomarse muy en serio y exigen que también los tomemos en serio. No es de extrañar que los relatos atribuidos a estos apóstoles se compilaran más tarde en el Nuevo Testamento y llegaron a ser considerados por cerca de mil millones de personas como la palabra de Dios. Los signos fijos son los pilares que sostienen el zodiaco, así como las cuatro criaturas sostienen muchos de los misterios esotéricos de la Cábala y los cuatro evangelios forman la base de la cristiandad.

Los cuatro símbolos del tetramorfos son el hombre o el ángel (san Mateo), el león (san Marcos), el toro (san Lucas) y el águila (san Juan).


Analogías de las cuatro estrellas mesopotámicas o “reales”:

Estrella fija
Constelación
Apóstol
Arcángel
Punto Cardinal
Regulus
Leo
Marcos
Miguel
Norte
Antares
Escorpio
Juan
Rafael
Oeste
Fomalhaut
Acuario
Mateo
Gabriel
Sur
Aldebarán
Tauro
Lucas
Uriel
Este
 

Atributos y Naturaleza de las 4 Estrellas Reales o los vigilantes de las direcciones


★ ALDEBARÁN – La seguidora
Naturaleza: Marciana.
Su nombre proviene del árabe "al-dabarān", que significa "la que sigue", pues esta estrella aparece a continuación de las Pléyades en su recorrido nocturno a través del cielo. Es el Ojo del Toro, Ptolomeo la llama la estrella más grande de la cabeza de Tauro, de color rojizo, su influjo se parece a Marte. Otorga a la persona que lo posee el don de la elocuencia, firmeza de carácter, popularidad, coraje, ferocidad, integridad, tendencia a la sedición hasta alcanzar una posición de responsabilidad, logro de honores públicos, ganancias de pleitos y ganancias de riquezas, sus beneficios no suelen durar mucho. Esta estrella, en su vertiente negativa anuncia enfermedades y de riesgos de muerte violenta.
Aldebarán es llamada el Ojo de la Revelación. También es conocida como la Estrella de Buda, la Estrella de la Iluminación, el Ojo del Toro, y el Ojo de Dios que Todo lo Ve.

En conjunción al Medio cielo o al Ascendente concede al nativo, honores, fortuna y suerte. Da honor, inteligencia, elocuencia, firmeza, ferocidad, honores públicos, riqueza y poder conseguidos gracias a otros; pero sus beneficios no perduran pues existe peligro de violencia y enfermedad.

En general, esta estrella en el rádix natal indica suerte, victorias y honores de todo tipo; también se relaciona con un comportamiento irascible, a veces violento. Se interpreta junto al resto de los planetas si se encuentra en un punto sensible del tema natal, pues siempre refuerza o hace más notable a dicho punto y siempre augura sucesos que hacen que la persona vaya mucho más lejos o mucho más allá de lo que se esperaba de ella cuando era joven, entre su familia o entre sus compañeros, aunque después de traer situaciones felices o éxitos notables puede anunciar infortunios en función de la Casa en la que se encuentre y la relación con el resto de los planetas.

★ REGULUS – El Corazón del León
Naturaleza: Jupiteriano-Marciana.
En el mejor sentido, Regulus, “el Pequeño Rey” en el “Corazón del León” indica condiciones reales para los nativos que la tengan en su carta natal: nobleza, fortaleza, personalidad, conciencia de los objetivos, generosidad, serenidad. La importancia de esta estrella fija está aumentada debido a que está muy próxima a la eclíptica.

Asociada al Arcángel Miguel. El antiguo nombre de una de las estrellas reales concuerda perfectamente con el Arcángel Miguel, “el Príncipe”. Régulo, término moderno del latín, acuñado para reflejar el antiguo nombre de la estrella Cor Leonis, significa “Pequeño Rey”, “Reyezuelo” o “Príncipe”.

En el La Octava Esfera: Primer Libro del Saber de Astronomía de Alfonso X el Sabio, destacan a las estrellas reales, sobre todo Regulus porque “quién nace con esta estrella en el grado del Ascendente o en el Medio Cielo, o en conjunción con el Sol o la Luna, demuestra que será rey si fuese de linaje de reyes... o si fuera de otro linaje, será el más honrado de ellos.”

En conjunción con los puntos importantes de la carta, da mucha gloria, éxito apoteósico, alcanzar la cima, lo más alto, pero existe la posibilidad de, como todo lo que llega a lo más alto, caerse y derrumbarse, eso lo determinarán el resto de puntos de la carta.

★ ANTARES – El rival de Marte
Naturaleza: Marciana con toques de Mercurio, Júpiter y Saturno.
Antares significa «el rival de Ares». Antares hace duro, peleador y amigo de la lucha a quien la tenga en su carta natal. La influencia de la estrella Antares es semejante o tiene un paralelismo con una combinación de Plutón con Júpiter. Por eso los días en que la Luna circula por este tramo del cielo suele ser un día de gran intensidad, óptimo para las acciones de poder y de alto riesgo. Apropiado para actuaciones ocultas.

Los astrólogos árabes la conocían con el nombre de Kalb al Akrab, el corazón del escorpión, y formaba una de las mansiones lunares más importantes, igual que Aldebarán.

Esta estrella se encuentra dentro de la banda zodiacal o eclíptica, por lo que puede interactuar con el resto de los planetas; por eso, aparte de conocerse como un punto en el cielo que sirve para conocer el tiempo climático, también se usa para conocer los avatares del destino humano, sobre todo de aquellas personas que la estrella Antares se encuentra sobre puntos sensibles del cielo de su nacimiento.

Si se sitúa en un buen lugar de la carta natal podrá ayudar a ser honrado más de lo que conviene por su estado, como tener que asumir el papel de grandes personajes a la fuerza, y ser honrado o llegar a reyes, dignatarios, gobernantes o ganar tierras que no les pertenecen.

Antares es una de las estrellas a las que se le atribuye una influencia más “maligna”: ambición, imprudencia, peligro de quemaduras, hipocresía; y, conjunta a los planetas llamados "infortunios o maléficos", peligro de muerte violenta.

★ FOMALHAUT – La solitaria
Naturaleza: Mercurial-Venusina con toque Neptuniano
La estrella alfa de la constelación “Pez del Sur” o Piscis Austrini en latín, y en árabe fum al-ħūt, que significa «boca de ballena (o boca del pez)».

A lo largo de la historia esta estrella ha tenido diversas variaciones en su nombre, desde Fomahant —como figura en las Tablas Alfonsíes— hasta Fomalhout o Foum al-Haut, hoy llamada Fomalhaut. Los chinos la llamaban Pi Lo Sze Mun. Los persas la conocían como Haftorang o Hastorang.

Fue identificada en la Prehistoria; y hay evidencias arqueológicas de que formaba parte de rituales en la antigua Persia donde se consideraba una de las cuatro «estrellas reales» alrededor del 3000 a.C. En Grecia, cerca del 500 a.C. era objeto de culto a la salida del Sol en el templo de Deméter en Eleusis.
Más adelante, los astrólogos medievales presagiaban eminencia, fortuna y poder si aparecía en el cielo natal de una persona.

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Bibliografía:
BRADY, Bernadette (1999): Brady's Book of Fixed Stars, USA, Weiser Books.
EBERTIN, Reinhold & HOFFMAN, Georg (1971): Fixed Stars and their Interpretation, trans. Irmgard Banks, Tempe, AZ, American Federation of Astrologers.
HINCKLEY ALLEN, Richard (1963): Star Names: Their Lore and Meaning, New York, Dover Publication Inc.
MOORE, Patrick (1974): Watchers Of The Stars, New York, Putnam.
NAVARRO CAPELLA, Francesc (1998): Aprender y Conocer la Astrología, Madrid, Salvat.
ROBSON, Vivian (1979): Fixed Stars & Constellations in Astrology, USA, Red Wheel Weiser Books.
ROSENBERG, Diana K. (2012): «Secrets of the Ancient Skies», Volumes 1 & 2: Fixed Stars & Constellations in Natal & Mundane Astrology, USA, Ancient Skies Press.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
muy interesante. voy a releer el libro de Enoch.- salud y exito
Unknown ha dicho que…
muy interesante. Voy a volver a leer varias veces el libro de Enoch
IЯERI CALDERÓN ha dicho que…
Gracias por tus comentarios
Unknown ha dicho que…
Gracias es de mucha utilidad, para mi lo ha sido cada vez que lo busco, eapero suguas aportandonos tu conocimiento generoso, nuevamente muy agradecido.
Elizabeth Firmino Pereira ha dicho que…
Yo las tengo en mis puntos cardenales: Asc., D.C., M.C. y F.C. (en este punto no muy exacto), creo que hay que aprender a manejar con cuidado estas energías y la vida nos enseña pronto a hacerlo. No se trata de ir a por todas, pero, saber reservarse y concentrar la energía para realizar algo importante. Gracias por publicar esta entrada. ¡Felicidades!
Unknown ha dicho que…
Información muy útil. Ya lo compartí. Gracias
Pau ha dicho que…
Querida Ireri, te leo a menudo y quiero decir que este artículo es impresionante. Muchas gracias por compartir tu sabiduría con el mundo. Un fuerte abrazo desde México.