Mitos, arquetipo e interpretación de Escorpio
Escorpio
Una de las primeras representaciones de un escorpión se puede ver en Göbekli Tepe un antiguo santuario construido por cazadores-recolectores en el X milenio a. C. (hace cerca de 11.600 años), antes de que comenzara la sedentarización. En uno de los pilares está tallado un escorpión debajo de un buitre con una esfera que se balancea en su ala. Esta podría ser la cabeza de la figura que se ve en la base del pilar debajo del escorpión: un hombre sin cabeza, posiblemente un chamán o un alma fallecida. El buitre lleva la cabeza o la esfera, que representa el alma, al más allá o al otro mundo.
En el hemisferio norte, cuando es visible la constelación de Escorpio, sobre todo a mediados de noviembre, esta época del año está asociada con la muerte y el descenso al inframundo en muchas culturas. Pero Escorpio también se asocia con la renovación, la regeneración, la transformación a través del simbolismo de las serpientes, las mariposas, así como de la mítica ave fénix consumida por el fuego y renacida de sus propias cenizas.
En la mitología griega, los mitos asociados con Escorpio casi invariablemente también contienen una referencia a Orión. El nombre de Orión se deriva antiguas palabras griegas: oros "montaña" o de ouría, "orina", o del latín urina. Las historias que rodean a Orión se parecen a las de otros cazadores míticos de la región de Beocia. Se dice que el cazador Céfalo, por ejemplo, fue seducido por la diosa Eos igual que Orión. Y que el gigante Titios intentó violar a la diosa Leto, justo cuando Orión atacó a la ninfa Oupis, y fue destruido por Apolo y Artemisa con sus flechas o por Scorpio, según las fuentes.
Los beocianos también tenían sus propias historias sobre el cazador estelar. Según la versión de su mito, Orión nació cuando tres dioses: Zeus, Poseidón y Hermes, lo hicieron nacer de una piel de toro y que enterraron para proporcionarle al rey Hirieo un hijo y heredero.
Hirieo, rey epónimo de la ciudad beocia de Hiria, no tenía hijos y era viudo cuando se convirtió (técnicamente) en padre adoptivo de Orión a través de las siguientes circunstancias: Hirieo fue visitado por Zeus y Hermes (algunos agregan a Poseidón), quienes, para expresar su gratitud por su hospitalidad, le prometieron cumplir un deseo suyo; él dijo que quería un hijo. Los dioses llenaron la piel de un toro sacrificado con su orina (o esperma), y luego le dijeron a Hirieo que la enterrara. A causa de este mito, se hace referencia a Orión como "el que tuvo tres padres" y a Gea (Tierra) como su madre. Nueve meses después, Hirieo encontró un bebé recién nacido dentro y lo llamó Orión. Los autores romanos que escribieron posteriormente el mito pensaron en la palabra latina urina, "orina", como una etimología para el nombre de Orión, aunque en realidad su nombre obviamente no es de origen latino sino griego y deriva de orus montaña, en alusión a la estatura del gigante.
Mitos de Escorpio
El mito de Orión y Mérope
Orión, hijo de Poseidón, era un apuesto gigante semidios y gran cazador; y uno de sus padres, Poseidón, le concedió la capacidad de caminar sobre el agua, pero, también tenía un gran ego y se jactaba ante los demás de sus destrezas, molestando a otros dioses.
Sirvió al Rey Enopión de Quíos como cazador por un tiempo, pero fue cegado y exiliado de la isla después de violar a Mérope la hija del rey. El célebre Orión había llegado a Quíos para solicitarle rey Enopión, hijo de Dioniso, la mano de su hija, pero Enopión, que estaba enamorado en secreto de ella, fue postergando el consentimiento de matrimonio mandándole cazar todas las criaturas salvajes que poblaban la isla. Orión cumplía los encargos pacientemente, y cuando volvía de cada misión, entregaba a su amada las pieles de los animales que cazaba por mandato de su padre. Pero la situación se hacía insostenible, la paciencia de Orión se estaba agotando y ya no quedaban casi animales que cazar. Enopión, que se negaba a renunciar de Mérope, embriagó una noche a su huésped, le sacó los ojos y lo abandonó en la playa. Otra versión cuenta que Orión se había emborrachado y había violado en su delirio a su pretendida, razón por la cual Enopión, invocando a su padre Dioniso, le emborrachó de nuevo y le cegó. Cuando Orión se despertó se alejó nadando por el mar a Lemnos para pedirle al dios Hefesto que lo ayudara a recuperar la vista. Éste se apiadó de él y le prestó a su siervo Cedalión para que lo guiase, y así dirigió al gigante Orión al lugar del sol naciente donde Helios le devolvió la vista. Al regresar a Quíos, Orión buscó a Enopión para vengarse, pero el rey se escondió en un refugio subterráneo que le había preparado Poseidón y que había construido el mismo Hefesto en bronce.
La historia de la hija de Enopión difiere algo según las fuentes antiguas. Una de ellas se refiere a Mérope como la esposa de Enopión y no como su hija. Otra la describe como la hija del rey Minos, que era una princesa mortal y que fue amada por el cazador Orión y era su prometida. No obstante, todas las versiones coinciden en que Orión amaba a Mérope, pero no lo aceptaba Enopión, que Orión se embriagó y violó a Mérope, y que, en venganza, Enopión le apuñaló los ojos a Orión, y luego lo arrojó fuera de la isla. El asteroide 1051 Merope lleva el nombre de ella.
El gigante Orión, entonces se retiró a la isla de Delos o a la isla Creta (según versiones) donde se convirtió en un compañero de caza de la diosa Artemisa. Después de su muerte, fue colocado entre las estrellas como la constelación de Orión, y la estrella Sirio como su fiel perro. Sin embargo, hubo algunas variantes sobre la muerte de Orión.
El mito de Orión y Scorpio
El relato más común fue que Orión se jactó de que cazaría y mataría a todas los animales de la tierra, por lo que Gaia (Madre Tierra) envió un escorpión gigante para destruirlo. Orión y el escorpión se colocaron luego entre las estrellas como constelaciones opuestas. Mientras que Orión aparece durante el invierno, Scorpio lo hace en el verano, perpetuando su lucha continuamente.
En una versión deseaba casarse con Artemisa, pero su hermano Apolo engañó a la diosa para que le disparara con una flecha mientras Orión nadaba lejos en el mar. En otra versión, Artemisa lo mató después de que violó a su doncella Oupis.
Una versión más cuenta que Apolo y Gea estaban tan irritados por Orión que decidieron crear un escorpión gigante para matarlo. Orión se enteró de su plan y huyó, pero el propósito del alma de Scorpio era perseguir a Orión, lo que hizo sin descanso, eventualmente matándolo. Orión y el escorpión se colocaron luego entre las estrellas como constelaciones opuestas: una se eleva mientras la otra se oculta.
Según otra versión del mito, Orión se jactó ante la diosa Artemisa y su madre, Leto, de que mataría a todos los animales de la Tierra. Aunque se sabía que Artemisa era una diosa cazadora, ofreció protección a todas las criaturas. Artemisa y Leto enviaron un escorpión gigante a luchar contra Orión. Se enfrentaron y el escorpión mató a Orión. Sin embargo, el acontecimiento fue aparentemente muy concurrido y llamó la atención del rey de los dioses Zeus, quien más tarde puso al escorpión en el cielo y luego, por petición de Artemisa, hizo lo mismo con Orión para que sirviera como un recordatorio y moraleja para los mortales y frenaran su orgullo excesivo.
También hay otra versión del mito en la que se sugiere que Orión intentó violar a Artemisa, puesto que ésta se encontraba cazando en medio del bosque cuando fue vista por el gigante Orión y la diosa en su afán de defenderse requirió la ayuda de un escorpión, este picó al gigante mortalmente y la liberó, razón por la cual la diosa Artemisa agradecida lo colocó en el cielo como la constelación de Escorpio.
Otra versión cuenta que el dios Apolo, celoso del amor de Orión por su hermana Artemisa, quién incluso podría haberla hecho querer casarse con él, arregló que ella lo matara. Al ver a Orión nadando en el océano, a lo lejos, dijo que Artemisa no podría atinar una flecha sobre lo que él llamo “esa cosa negra en el agua” y que era Orión nadando. Sin distinguir a su compañero de caza, y sintiéndose desafiada, envió una flecha y mató a Orión; cuando su cuerpo llegó a la orilla, ella le lloró considerablemente y decidió colocar a Orión entre las estrellas.
Otra versión de este mito cuenta que Apolo se enojó al enterarse de las intenciones de Orión de pretender a su hermana o de querer violarla y envió un escorpión para atacarlo. Después de que Orión murió, Artemisa le pidió a Zeus que pusiera a Orión en el cielo, como recordatorio del castigo por su osadía. Así que cada invierno Orión caza en el cielo, pero cada verano huye cuando llega la constelación del Escorpión.
En ninguna de las versiones del mito Orión mata a Scorpio, pero en alguna se cuenta que a causa de las heridas de la batalla murió posteriormente y que fue elevado a los cielos por su servicio a los dioses.
Orión se conecta con varias constelaciones, no solo Escorpio. Orión persiguió a Pleione, la madre de las Pléyades, durante siete años, hasta que Zeus intervino y las elevó a todas a las estrellas. También, Orión persigue a las Pléyades. Canis Minor y Canis Major son sus perros, el que está delante se llama Procyon y Sirio es el grande, y los tres persiguen a Lepus, la liebre.
Además, existe otro mito que involucra a Escorpio sin Orión, y cuenta que Faetón (hijo semidios de Helios) fue a ver a su padre, quien había jurado anteriormente por el río Styx (Estigia), darle a Faetón todo lo que pidiera. Faetón tenía un audaz deseo, quería conducir el carro solar de su padre por un día. Aunque Helios trató de disuadir a su hijo, Faetón se mantuvo firme en su deseo. Sin embargo, cuando llegó el día, Faetón entró en pánico y perdió el control de los caballos blancos que volcaron el carro del sol. La Tierra se enfrió cuando Faetón voló demasiado alto y se encontró con el Escorpión celestial, que levantaba su aguijón mortal para atacarlo. Alarmado, bajó el carro demasiado cerca, causando que la vegetación se quemara. Por accidente, Faetón convirtió la mayor parte de África en desierto y oscureció la piel de la nación etíope hasta que quedó negra. Finalmente, Zeus se vio obligado a intervenir parando el carro desbocado y a Faetón con un rayo para poner fin a su alboroto, luego Faetón fue lanzado al río Erídano, uno de los cinco ríos que cruzaba el Hades.
Arquetipo de Escorpio en Astrología
Como un signo de agua fijo, Escorpio penetra en la oscuridad en busca del poder emocional y los misterios de la vida y la muerte. Lo viejo se cubre con paja y se transforma en el lodo donde crece el loto de la sabiduría.
Escorpio es un signo femenino y regido por Marte y Plutón. Está equilibrado y complementado por el signo opuesto de Tauro, gobernado por Venus. El glifo de Escorpio se parece a una M con cola en forma de flecha, como su antiguo gobernante Marte. Representa la energía de la serpiente Kundalini, como en el glifo de Virgo. En Virgo, la energía se dirige hacia adentro y es autónoma, pero en Escorpio explota hacia afuera y hacia arriba. La energía de la serpiente es la fuerza vital y puede ser creativa o destructiva dependiendo de cómo se use. Esto depende del nivel de conciencia y dominio propio, por lo que puede indicar sabiduría y despertar espiritual, pero también los instintos inferiores de lujuria, pasión y poder. Estos niveles de energía se muestran en el simbolismo dual de Escorpio y las dos criaturas que representan el signo: el escorpión y el águila.
Escorpio es el arquetipo de la transformación a través de una experiencia profunda e intensa de rendición emocional. Los planetas en Escorpio están encargados de investigar los misterios de la vida y sumergirse en los abismos de la sexualidad, la regeneración y la eternidad. Escorpio es una sensación acuosa que fluye hacia adentro, poderosa como las fuerzas invisibles de la gravitación que mantienen unido al universo en una danza cósmica extática.
Oculto en las profundidades de Escorpio, se esconden los secretos detrás del sexo, la muerte y el renacimiento como vehículos de cambio y liberación. A través de procesos transformadores y alquímicos, el leal Escorpio comprende la dinámica del alma y sus estaciones. Este arquetipo trata sobre la investigación del misterio eterno de la vida a través de la exploración de las profundidades tabú para alcanzar la comprensión del poder espiritual del agua como elemento del alma y la imaginación.
Escorpio, Marte y Plutón simbolizan el intenso proceso de muerte y renacimiento. Cuando el Sol se mueve a través de Escorpio cada año, la naturaleza muere y renace.
El regenerativo Escorpio inspira a dejar el pasado para abrazar las posibilidades del futuro. Cuando las puertas viejas están cerradas, las nuevas se abren.
«No necesitamos aprender a dejar ir las cosas; solo necesitamos reconocer cuándo ya se han ido.»
~ Daisetsu Teitaro Suzuki
Dejar ir y dejar que las cosas fluyan. Esa es la naturaleza cíclica de Escorpio, el signo del fénix surgiendo de las cenizas, la serpiente despojándose de su piel, la mariposa saliendo de su capullo para volar. Escorpio nos llama a sumergirnos en el centro de la llama, a la pena y hacer amistad con lo desconocido.
La casa con Escorpio en la cúspide es donde la persona necesita investigar el misterio, explorar las profundidades y liberar la pasión. Lo mismo ocurre con las casas que contienen Marte y Plutón. Es en los reinos feroces de la sombra y el misterio donde puede enseñar a otros la alquimia de la regeneración, la transformación y la renovación.
En la Antigüedad, el símbolo de este signo no era el humilde Escorpión que picaba todo en su terrible camino (incluido él mismo), sino el águila ardiente, una de las cuatro criaturas vivientes ante el trono de Dios. La estrella real persa Antares ocupaba esta región del cielo, e infundirá una poderosa pasión si es prominente en la carta natal.
Para los romanos, Plutón era el dios del inframundo donde corrían todas las vetas de plata y oro. Plutón literalmente significa "riqueza". Un gobierno controlado por los ricos se llama plutocracia. Las personas escorpiónicas y plutonianas se aprovechan de las venas del tesoro del inframundo si pueden navegar en la oscuridad y superar las pruebas del alma. Escorpio gobierna los órganos reproductivos, los procesos de eliminación y el misterioso e invisible sistema de chakras que atraviesa el cuerpo.
Cuando la energía de Escorpio está mal dirigida, las corrientes subterráneas invisibles y a veces compulsivas nos arrastran. Hay que recordar que todos tenemos los doce arquetipos y sus fuerzas (planetas) en nuestras cartas. Debemos estar dispuestos a reclamar el Escorpio en nuestro mapa, especialmente en una sociedad que ha reprimido gran parte de lo que trata este arquetipo. Una de las cosas que gobierna Escorpio es la pasión, cuya raíz latina significa "sufrir". Cuando enfrentamos la oscura esencia del ser eterno que se gesta en nuestro interior, llegamos a nuestra propia pasión humana y a cómo la estamos manejando.
Escorpio no endulza la vida. Vive en las profundidades. Pica, duele, se regenera y cura. Dejar ir a veces duele, y Escorpio gobierna el proceso de cambio. Nuestro apego es la fuente de nuestro sufrimiento en la vida. El área donde esté Escorpio en nuestro mapa natal nos indicará donde sucederá esto. Si no somos resistentes al cambio, sufrimos menos. Perdida en la obsesión y la venganza, la sombra de Escorpio emerge y nos hace arder en peligro y mal humor. Aprender a superar la sombra expresando el signo opuesto Tauro, ganando una conexión extática con la vida, una base práctica y una profunda reverencia por la naturaleza. Ceres, la diosa de la semillas, los cereales y la agricultura, naturalmente se opone a Plutón. Es una danza arquetípica atemporal de la vida en un ciclo a través del renacimiento. Las municiones disparadas al azar en las profundidades de Escorpión deben dirigirse más y mejor al abuso de nuestras culturas del arquetipo de fertilidad, abundancia y valores de Tauro. Si tenemos un problema con la invisibilidad de Escorpio, entonces tenemos un problema con lo que estamos valorando y cómo estamos viviendo el momento en lugar de aferrarnos a imágenes falsas de seguridad.
«La vida no es un problema por resolver, sino un misterio por vivir y una fuente de revelación.»
~ William Butler Yeats
Es por eso por lo que Escorpio es el arquetipo más fascinante. Escorpio nos mira a los ojos y nos pregunta si realmente estamos viviendo el misterio.
La palabra clave ‹poderoso› aparece en los lados claro y oscuro de Escorpio. Hay una gran diferencia entre el auténtico poder espiritual expresado a través de un conducto amoroso para ayudar a la vida y acelerar la transformación mágica y el mago oscuro, abusivo, tiránico y controlador. En todas nuestras historias dramáticas, mitos religiosos y películas vemos que este poder oscuro se expresa como Plutón. La tragedia es parte de la vida, pero a causa del bien heroico en la humanidad. Instalados con libre albedrío, podemos abusar del poder que nos ha sido confiado. Podemos poseer la vida o ser poseídos.
El nacimiento es la puerta de entrada, pero la muerte es la otra puerta de entrada y hasta que lleguemos a aceptar eso en lugar de temerlo, no abriremos el cofre de tesoros enterrados de Escorpio. Los griegos tenían su Inframundo; nosotros tenemos el Inconsciente, el cual en el fondo es la fuente de la conciencia.
El principio espiritual de Escorpio es la rendición, alineando nuestra voluntad humana con la voluntad divina. Redención significa sumisión o acatamiento. Por lo tanto, la rendición implica una subordinación a lo más alto, entregando nuestra voluntad a la voluntad universal del amor divino. No todos estamos listos para hacer eso todavía, pero las épocas de la vida llegan cuando el universo tiene que someternos a una sesión de práctica. Perdemos nuestros trabajos, nuestros hijos, nuestro cónyuge, lo que sea, y estamos atrapados afligidos y sacudiendo puños a Dios. A menos que, por supuesto, aceptemos la transformación y nos demos cuenta de que no se nos está haciendo nada, pero algo mágico está sucediendo a través de nosotros.
El glifo de Escorpio simboliza los arcos del cuerpo y la mente (emoción y pensamiento) haciendo una penetración directa en el corazón del misterio eterno. Escorpio es un signo de agua, y el agua puede apagar el fuego, erosionar la tierra y estancar el aire. Es el elemento más fuerte a través de su capacidad paciente para adaptarse y rendirse. Los seres humanos son en su mayoría líquidos. Como enseña el Tao, la forma de ser agua es la respuesta más poderosa a cualquier situación. ¿Puedes aceptar lo que sucede y hacer uso de cualquier situación o experiencia, transformando la adversidad en oportunidad? Cuando ocurre ese cambio, entramos en el reino del próximo arquetipo Sagitario y Escorpio habrá tenido éxito.
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