Mitos, arquetipo e interpretación de Acuario


Acuario


Representado por el "Portador de Agua" y regido por el impredecible planeta Urano, prefiere ideas y pensamientos en vez de emociones. Acuario como signo de aire fijo, comparte los dones alcanzados al escalar la montaña en Capricornio y reforma la sociedad para el beneficio de todos. A través del dominio de la mente, despierta a la realidad de la verdadera naturaleza de la humanidad. Acuario también se identifica a veces con el hermoso Ganímedes, un joven de la mitología griega e hijo del rey troyano Tros, quien fue llevado al Monte Olimpo por Zeus para desempeñarse como portador de la copa de los dioses.


Mitos de Acuario


El mito de Ganímedes
Ganímedes era un apuesto príncipe troyano, cuyo nombre proviene del griego Ganymēdēs, en latín Ganimedes o Catamitus, en la mitología griega era el hijo de Tros (o Laomedon), rey de la Tróade (Troya) y Callirhoe, hija del dios del río Escamandro, río que discurría junto a Troya.
Ganimedes pasaba en el Monte Ida el tiempo de exilio al que muchos héroes se sometían en su juventud, cuidando un rebaño de ovejas o, alternativamente, la parte rústica o ctónica de su educación, junto con sus amigos y tutores, característica de la infancia de un héroe antes de que se revelara su estatus privilegiado. Zeus lo vio, se enamoró de él casi instantáneamente, y enviando un águila o transformándose él mismo en una, lo llevó al monte Olimpo.

[Ganímedes] era el más bello nacido de la raza de los mortales, y, por lo tanto, los dioses lo atraparon para sí mismos, para ser el vertedor de vino de Zeus, por el bien de su belleza, para que pudiera estar entre los inmortales.
~ Homero, Ilíada, Libro XX.

En compensación, Zeus le dio al padre de Ganímedes un par de caballos inmortales (o una enredadera dorada), entregados por el dios mensajero Hermes. El rey Tros se consoló con que su hijo fuera inmortal y sería el copero de los dioses, considerada una posición de mucha distinción. El copero era responsable de servir néctar y ambrosía, el elixir divino de la vida que hacía que los dioses fueran inmortales y se mantuvieran jóvenes.
En el Olimpo, Zeus hizo a Ganimedes su amante y copero, suplantando a la diosa Hebe. Todos los dioses se llenaron de gozo al ver la belleza del joven, menos la diosa Hera, la esposa de Zeus, que lo trató con desprecio, porque la diosa despreciaba a los troyanos, pero además porque la función de copero solía pertenecer a Hebe, diosa de la eterna juventud. Uno de sus primeros títulos fue Ganymeda, que significa ‘Princesa alegre’. Ella era la hija de Zeus y Hera, y como la más joven de los dioses, era su trabajo mantener al resto de ellos eternamente jóvenes. Hebe también fue adorada como una diosa del perdón y la indulgencia, y los prisioneros liberados colgaban sus cadenas en su arboleda sagrada en Fliasia.
Hebe fue reemplazada como portadora de la copa de los dioses cuando se casó con Heracles. Esto podría ser parte del proceso donde las deidades masculinas usurpan los roles de las diosas anteriores y reflejan el énfasis cultural griego en la homosexualidad (y la misoginia). Pero podría haber un significado más profundo para la sustitución. Cuando Ganímedes reemplazó a Hebe, un hombre mortal se hizo responsable de repartir la bebida de los dioses. Quizás esto reflejaba un cambio en la conciencia, mostrando que la humanidad puede tener acceso a los secretos de la 'inmortalidad'.
Algunas versiones cuentan que, siendo infeliz por su rapto, Ganímedes derramó toda la ambrosía, el vino y el agua de los dioses, causando tormentas e inundaciones en la Tierra. Inicialmente molesto, Zeus se dio cuenta luego de que él tenía la culpa y compensó a Ganímedes por sus malos tratos haciéndolo inmortal y colocándole además entre las estrellas como la constelación de Acuario, su copa como la pequeña constelación de Crater y el águila en que se transfiguró Zeus como la constelación de Aquila.
Solía representarse a Ganímedes en la Antigüedad como el dios del amor homosexual y, como tal, aparece como compañero de juegos de los dioses del amor Eros (Cupido) e Hymenaios (Himeneo) dios del Amor Marital. El nombre de Ganímedes se deriva de las palabras griegas ganumai, ‹alegrarse› y mêdon o medeôn, ‹príncipe› o ‹genitales›. El nombre puede haber sido formado para contener un doble significado deliberado.
El mito fue un modelo para la costumbre social griega de la paiderastía, la relación romántica socialmente aceptable entre un hombre adulto y un hombre adolescente.
Ganímedes, debido a su belleza inusual, fue llevado por los dioses o por Zeus, transformado en águila, o, según un mito cretense, por Minos, para servir como copero. Las primeras formas del mito no tienen contenido erótico, pero en el siglo V a. C. se creía que el secuestrador de Ganímedes tenía una pasión homosexual por él. Platón explica el aspecto pederástico del mito atribuyendo su origen a Creta —la Creta minoica era centro de poder de la cultura prehelénica— para justificar sus inclinaciones homosexuales, que más tarde fueron importadas por Grecia, en lo que coinciden los historiadores griegos como Éforo de Cime y Estrabón. Homero no se preocupa por el aspecto erótico del rapto de Ganimedes.
El gobernante moderno de Acuario es Urano, el dios primitivo del cielo. Junto con su esposa Gaia, creó el universo físico y la raza de titanes, incluido Saturno, el antiguo gobernante de Acuario. Su nombre significa 'hacedor de lluvia' y fue visto como una personificación del cielo. Urano engendró muchos hijos con Gaia, pero los odiaba porque eran monstruos horribles. Entonces los metió en el Tártaro en las entrañas de la tierra, lo que molestó mucho a Gaia. Para detener la locura de Urano, Gaia contó con la ayuda de su hijo Cronos (Saturno), que castró a su padre.
El mito de Urano no representa bien a Acuario. Algunos astrólogos consideran que se ajusta un poco, y en esos círculos astrológicos se expone que Urano recibió un nombre erróneo cuando se descubrió y que debería haberse llamado Prometeo.


El mito de Prometeo
Prometeo era un titán inmortal, como Saturno, que tuvo una larga disputa con Zeus. Su nombre significa 'el que prevé' y, en algunas versiones del mito, fue responsable de la creación de la humanidad a partir de arcilla. Es un dios redentor y embaucador que enseñó a la humanidad las artes de la civilización, como la astronomía, las matemáticas, la arquitectura, la metalurgia y la medicina. También trajo el regalo del fuego.
Prometeo era hijo del titán Jápeto y de la oceánide Clímene. También era hermano de los titanes Epimeteo, Atlas y Menecio, todos ellos miembros de la segunda generación de titanes. Los titanes eran una serie de grandes y poderosos dioses que gobernaron el mundo durante la Edad de oro, siendo derrotados por los dioses olímpicos en la llamada Titanomaquia. Existían dos generaciones de titanes, siendo la primera la que gobernó, tras el derrocamiento de Urano, y la segunda la formada por los hijos de estos, entre los que se encontraba Prometeo.
El mito cuenta que Prometeo era un osado titán a quien le gustaba provocar la ira de Zeus, y en una ocasión lo enfureció tanto que terminó por quitarle el fuego a la humanidad. Prometeo sacrificó un buey para los dioses y para los mortales, dividiéndolo en dos partes, una con los huesos rodeados de grasa con una pinta muy apetitosa, y otra con la carne y las vísceras escondidas (se dice que las vísceras eran muy apetecidas por los dioses, además con ellas hacían presagios los oráculos y adivinadores). Prometeo hizo que Zeus decidiera qué parte se quedaban los dioses y cuál los humanos, el dios supremo eligió la carne con la grasa, siendo engañado por Prometeo, ya que Zeus creyó que la parte que había elegido contenía las vísceras. Zeus se vengó al negarle a la humanidad el don del fuego y dijo: —¡Qué coman su carne cruda! Esperaba con ello castigar indirectamente a Prometeo, quien era considerado benefactor de la humanidad. Pero a Prometeo le gustaba presumir de astuto, entró sigilosamente en el Olimpo, robó fuego del carro del dios Sol (aunque las fuentes cuentan que lo sustrajo de la forja de Hefesto) y, sin perder tiempo alguno, lo restituyó a los desamparados mortales.
La inteligencia de Prometeo era tal que fue capaz de entrar al Olimpo y llevarse un elemento tan importante sin que ninguno de los dioses se diera cuenta hasta que ya lo había entregado a los mortales.
El fuego es un símbolo de la conciencia y el espíritu creativo. Si los humanos tuvieran fuego, se volverían más como los dioses, y Zeus no quería nada de eso. Prometeo podía ver el potencial de la humanidad, usando su previsión, por lo que robó el fuego y se lo dio a los humanos.
Prometeo usó el tallo de una cañaheja para entregar el fuego a los humanos, siendo este un arbusto que tardaba mucho tiempo en arder, por lo que los mortales la podían usar para calentarse durante un gran periodo de tiempo, hasta que ardiera totalmente.
La ira de Zeus tras haber sido engañado otra vez fue dirigida a Prometeo y su familia. Zeus, convencido de que debía castigar tanta burla, mandó llamar a Hefesto, dios del fuego y la forja y le ordenó que creara una mujer hecha de arcilla. Una vez que estuvo terminada, le dio vida y la envió con Hermes, dios de los viajeros, ante Epimeteo, hermano de Prometeo. Esta mujer, llamada Pandora, y llevaba con ella una caja llena de terribles males pero también de bienes, la cual jamás debía de ser abierta. Pero dentro de aquella caja también estaba encerrada la Esperanza, consuelo de los que sufren. Y es que, por aquel entonces, cuentan que la vida humana no conocía enfermedades, locuras, vicios o pobreza, aunque tampoco nobles sentimientos.
Prometeo intentó en vano que su hermano se alejara de cualquier cosa que proviniera de los dioses, pero Epimeteo se había enamorado perdidamente de Pandora y quiso desposarla. Y a pesar de haber sido advertido por su hermano de que Zeus tramaba algo, terminó casándose con ella.
Pandora, que había sido creada con virtudes y también con grandes defectos, un azaroso día, víctima de su curiosidad, abrió entonces la caja prohibida, y los males se extendieron por el mundo, inundando a la humanidad de todas las desgracias posibles. Cuentan que los bienes subieron al mismo Olimpo y allí quedaron junto a los dioses. Asustada, Pandora cerró la caja de golpe quedando dentro la Esperanza, tan necesaria para superar precisamente los males que acosan al hombre.


Apresuradamente corrió Pandora hacia los mortales a consolarlos, hablándoles de la Esperanza, a la que siempre podrían acudir pues estaba a buen recaudo.
Con respecto a Prometeo, Zeus lo mandó capturar para ser encadenado por Hefesto, a una roca en las montañas del Cáucaso. Todos los días un águila le arrancaba el hígado, y todas las noches se le regeneraba, con lo cual, el sufrimiento era inimaginable y eterno, hasta que Hércules negoció un acuerdo con Zeus que permitió a Quirón sacrificarse a cambio de la libertad de Prometeo. Aunque las fuentes difieren de quién liberó a Prometeo. Se piensa que fue Heracles, quien mató al águila con una de sus flechas envenenadas y liberó a Prometeo, recompensándole el titán con la localización de las manzanas doradas de las Hespérides, uno de los trabajos que se le habían encomendado. Otras fuentes hablan de Zeus o Hefesto, tras revelarles información esencial para el futuro de los dioses.
Prometeo fue liberado con la condición de que usara un anillo hecho con metal de las cadenas y un trozo de roca de la que estuvo encadenado en su dedo como recordatorio de la ira de Zeus como símbolo de humildad ante los dioses.


Arquetipo de Acuario en astrología
Acuario es el arquetipo de una individualidad radical de carácter fuerte que abarca la innovación, la originalidad, la democracia y la visión celestial. Es el estilo de pensar de maneras que no se les enseña a pensar, a vivir en un reino de ideas extrañas y actitudes excéntricas.
Los planetas encontrados en Acuario se cargan instantáneamente con electricidad que irradia un potente campo de energía cósmica y desprendimiento humanitario. Acuario lucha por la comunidad espiritual en el planeta. Este es el arquetipo del reformador que quiere hacer realidad una visión más brillante de la sociedad, que apoye y aliente el camino menos transitado y la tolerancia a la diversidad humana.
Este arquetipo apunta a nada menos que libertad total para perseguir la iluminación y crear conciencia en el planeta. Predica la libertad y el poder de elección, pero también sabe que la verdadera libertad sin disciplina y organización es una ilusión o utopía.
Acuario, Saturno y Urano simbolizan la búsqueda de unir el antiguo pasado mítico con la esperanza del futuro. Urano gobierna la libertad mientras que Saturno gobierna la responsabilidad. Las personas que están infundidas con este arquetipo sienten una fuerte necesidad de ser libres y, al mismo tiempo, intentan que las visiones intuitivas que están recibiendo se manifiestan en el mundo de la realidad convencional pueden aplicarse.
El innovador y científico Acuario inspira a inventar nuevas realidades y a empujar las fronteras del conocimiento humano y la conciencia del universo. Urano literalmente significa "cielo" en griego. Para entrar en el reino de la vida futurista de Urania, debemos integrar el signo opuesto de Leo y ser como niños pequeños, inocentes y espontáneos.
La casa con Acuario en la cúspide es donde en la carta natal de una persona necesita emocionarse, expresar ideas poco convencionales y vivir su originalidad al máximo. Acuario es un signo electromagnético de alta energía que detiene la conexión intuitiva con la mente universal del ser eterno. Lo mismo ocurre con la casa que contiene Saturno y Urano, los míticos patriarcas de la mitología grecolatina. Es en esos reinos de la experiencia de la vida que puede guiar a otros a formas de autoexpresión radical y discusión interesante e inteligente.
Acuario gobierna los tobillos, las pantorrillas y el campo electromagnético que rodea el cuerpo: el aura.
Cuando la energía de Acuario está mal dirigida, la persona se vuelve extraña y distante, sin sensibilidad a la conectividad humana o la emoción. Pierde su alma, se pierdes en avances tecnológicos e ideas extrañas. Empapada de conceptos poco prácticos, la sombra de Acuario emerge haciéndonos fanáticos, celosos, egoístas, fríos e inhumanos. El científico loco destruye el laboratorio en aras del avance científico y las causas disruptivas.
Cuando los humanos comienzan a tratar de jugar a ser Dios a través de la ingeniería genética y la energía nuclear, la naturaleza sufre y nuestras almas empequeñecen. Mary Shelley, narradora y dramaturga del siglo XIX, advierte sobre los peligros de perder nuestros corazones y nuestras mentes por el mal uso de la tecnología en su novela Frankenstein. A medida que nuestra raza avanza, las tecnologías espirituales necesitan alcanzar nuestros avances tecnológicos materiales alienantes. La tecnología apropiada será el camino a seguir cuando nos embarquemos en este viaje de doscientos años de vivir en un mundo de ideas e imaginación que comenzó en 1980 bajo la gran Conjunción de Júpiter y Saturno.
Las personas imbuidas con una dosis sólida de Acuario necesitan unificar sus cabezas con sus corazones. Acuario aprende a superar la sombra expresando el signo opuesto Leo, ganando calidez, afecto y alegría. La palabra clave ‹choque› aparece en los lados claro y oscuro de Acuario. Este signo rige el choque de la electricidad y las ideas intuitivas, pero también el choque del trauma y la interrupción repentina. El shock de Acuario puede ayudar a sacar a las personas del conformismo masivo, pero administrado de manera incorrecta puede herir los sentimientos y alienar a la gente.
El principio espiritual de Acuario es la individuación, el don de ser fiel a la voz original del corazón y del alma.
El glifo de Acuario simboliza dos polos de energía cósmica que fluye a través de la vida como luz creativa y sabiduría de semillas. Son las ondas eternas de electricidad y conocimiento como serpientes.
Acuario es un signo masculino y gobernado por Saturno y Urano, y está equilibrado y complementado por el signo opuesto de Leo, regido por el Sol. A menudo se confunde con un signo de agua por razones comprensibles. Acuario significa 'de agua' o 'portador de agua', el glifo proviene del jeroglífico egipcio para agua, y la constelación ilustra a un hombre vertiendo agua de una vasija.
También se encuentra en el área del cielo conocida como 'El Mar', tal vez porque era donde viajaba el sol durante la temporada de lluvias en la Antigüedad. Los antiguos llamaban a esta área del cielo 'El Mar' porque era vista como la fuente de vida de las aguas primordiales. Pero estas aguas no son literalmente agua; son en sentido figurado las aguas del firmamento, las "aguas celestiales". En otras palabras: éter, también conocido como pranachi o ki, energía. Es el mar de energía que crea todas las formas, y la fuerza vital y el aliento que anima el cuerpo. Esto podría ser fácilmente Urano. Como dios primigenio del cielo, estaba asociado con los truenos, la lluvia y los rayos. Urano también se asocia con fuerzas electromagnéticas a nivel atómico, incluidas las partículas cargadas, como los iones. Los iones negativos tienen un efecto positivo en la vida, energizando y purificando el cuerpo y la mente. También con la electricidad producida por el agua en movimiento, como cascadas y ríos, o por el viento; por ello también se asocia a tormentas eléctricas.
Entonces, Acuario vierte el agua de la vida de su cántaro como la fuerza vital cósmica, portadora de energía y conocimiento creativos, así como la purificación a través de la renovación. Además, tanto el 'agua' como la vasija, el cántaro, el jarrón o la copa son atributos o símbolos asociados con algunas diosas, Hebe era una de ellas, pero Acuario está representado por una figura masculina. Algunos piensan que originalmente, la energía del signo puede haber sido atribuida a una diosa. Para cuando las constelaciones se codificaron en un sistema, el simbolismo había sido transferido a dioses masculinos.
Acuario es un signo complejo con dos regentes: Urano es el padre de Saturno, pero Saturno es el antiguo gobernante del signo. Urano fue descubierto en 1781 durante la Era de la Ilustración y la Revolución Científica, cuando el individualismo comenzó a echar raíces.
Acuario representa la necesidad de la civilización para reformarse y crecer. Las estructuras de la sociedad se estancarán y declinarán si no se cambian a través de la visión, la innovación y la revolución. Pero este proceso no siempre es positivo y puede crear consecuencias no deseadas que conducen a la desintegración y el caos. Como signo de aire, tiene problemas con lo corporal, lo instintivo, lo emocional, y tiene un gran miedo a lo irracional. El lado desordenado de la humanidad le incomoda y prefiere la atmósfera enrarecida del mundo abstracto de la mente.
Esto se refleja en el mito de Urano y su amor por lo refinado y el odio por lo inexorable. Así como Urano rechazaba sus creaciones deformadas, Acuario quiere rehacer a la humanidad en algo parecido al ideal en sus cabezas. Pero cuando rechaza el cuerpo, todas las cosas temidas son empujadas al inconsciente y crea un punto ciego.
Es por eso por lo que las visiones utópicas descienden en distopía o antiutopía y las revoluciones nunca terminan bien. Pueden funcionar en abstracto pero contraproducente cuando el ideal se encuentra con la realidad. En otras palabras, Saturno, el principio de realidad, y según el mito, Saturno castra a Urano. De ese acto violento nacen las Furias , diosas de la venganza que castigan los crímenes contra el orden natural. Las Furias representan lo que sucede cuando las personas son superadas por un deseo fanático de cambiar el mundo. Su idealismo fanático y su falta de conexión con la realidad pueden llevarlos a convertirse en lo que están luchando por derrocar. El fanatismo se alimenta de sí mismo y se polariza en un extremo que solo puede terminar en nihilismo. La Revolución Francesa es el ejemplo perfecto: Robespierre inició el Reino del Terror y terminó perdiendo la cabeza.
No hay nada de malo en los ideales y las visiones humanitarias de un futuro más igualitario, pero la naturaleza humana no se puede borrar tan fácilmente. El fanático trata de obligar a la realidad a conformarse con un ideal. Pero al final, el ideal se verá obligado a seguir las pautas de la realidad.
El mito de robar fuego representa un cambio de conciencia que nos hace humanos. Nos separa de la naturaleza y crea un deseo de trascender el mundo instintivo y crear cultura. Es un impulso civilizador que nos acerca a los dioses. Pero hay consecuencias. Los dioses se molestan y no quieren compartir sus conocimientos.
Prometeo sabía lo que sucedería si iba en contra de Zeus, pero lo hizo de todos modos. Esto implica que el robo de fuego era necesario, esencial para la supervivencia y evolución de la humanidad. Pero eso no significa que podamos evitar las consecuencias. Hay un precio que debe pagarse. Prometeo pagó por su rebelión, y la humanidad también.
El aumento de la conciencia crea sufrimiento. Nos damos cuenta de que vamos a morir, pero tenemos que vivir y encontrar el sentido de ello. Estamos divididos contra nosotros mismos, conscientes del bien y del mal. El sufrimiento que esto crea puede desencadenar una parte represiva de la psique que trata de evitar que despertemos, como Saturno castrando a Urano o los dioses que prohibían el conocimiento.
Despertar a la verdad de quién es uno es una gran responsabilidad. Cuanto más fuego se roba, más conciencia se tiene y más oscuridad se debe enfrentar e integrar en el ser. Esto no significa que la oscuridad desaparezca o se transmute, aunque parte de ella podría hacerlo. Principalmente, significa aceptar la realidad tal como es y aceptar el sufrimiento que no se pueda cambiar.
Acuario, por supuesto, siempre intentará cambiar las cosas, eliminar el sufrimiento y mejorar la vida de todos. Es una visión noble, pero su éxito depende de la humildad. Cuando olvidamos el anillo en el dedo de Prometeo, creemos que podemos convertirnos en Dios y revertir el orden natural. Pero no podemos ser libres a menos que respetemos los límites de la realidad y le demos a los dioses lo que les corresponde .
En una versión del mito, Zeus permite que Prometeo fuera liberado porque el titán sabía algo sobre el futuro destino de Zeus. Hay algo que el rey de los dioses no sabe: tiene su propio punto ciego. Esto se relaciona con la idea encontrada en la religión esotérica de que Dios necesita a la humanidad para completar su creación. Él necesita que la humanidad despierte y que recordemos quiénes somos para que podamos volver a él y llevar nuestro conocimiento con nosotros.
Este es el proceso de individualización e iluminación que solo puede realizarse cuando el ego es trascendido. Acuario puede despertar a la verdad del Ser divino. Esto sucede en un instante (Urano), que luego debe ser dominado y vivido en la realidad (Saturno).
La visión de Acuario se basa en la realización de Capricornio y reconoce que todos los seres están interconectados. El Ser de uno es el Ser de todos. No se trata de uno como un ego individual, sino de cómo uno se interconecta con el todo sin perder su sentido de ser como individuo. En otras palabras, se rindes a Dios y le permite que trabaje a través de ti al servicio de los demás.
El elixir de la inmortalidad es darse cuenta de que ya eres uno con Dios y que la verdadera libertad solo se encuentra en ese conocimiento. Si Acuario puede sacar su ego del camino, puede lograr grandes cosas al servicio de la humanidad. Pero la idea de convertirse en Dios tiene que desaparecer. Uno no se convierte en Dios. Ya somos Dios, no nuestro ego, no el yo pequeño, sino el Dios interno.


Bibliografía:
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Imágenes:
Dmtian: Zodiac: Aquarius, digital art.
Takaki: Aquarius, from Alchemia Tarot.
Kagaya: The Zodiac, Aquarius, digital art. 2003.
Robert Crescenzio: Prometheus, digital art.
Wisnu Tan: Saving Pandora's Box, digital art.

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