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Mostrando entradas de mayo, 2017

Astrología kármica: Selene, la Luna Blanca

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Selene, la Luna Blanca Según el poeta Hesíodo, Selene era la hija de los titanes Hyperion (Titán del fuego astral, el que camina en las alturas) y Theia (Titánide de la vista, la de amplio brillo); hermana de Helios, el Sol y de Eos, la Aurora. Otras fuentes afirman que era hija de Pallas (el Titán de la sabiduría) y Theia, llamada también Euryphaessa. Selene, la eternamente bella diosa de la Luna, por lo general, se representa como una mujer con la luna, a menudo en forma de media luna en su cabeza y que conduce un carro tirado por dos caballos blancos. Por la noche, se levanta del océano y con su carro y se dirige a través del cielo. Selene es una triple diosa griega de la Luna: Artemisa -Luna creciente, Selene -la luna llena- y Hécate -la luna menguante-: La doncella, la madre, la anciana, son facetas de la diosa, Selene es la diosa madre, la doncella es Artemisa y Hécate es la anciana. Selene, la Luna blanca, es un punto sensible, ficticio y de cálculo en una

Astrología kármica: Lilith, la Luna Negra

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Lilith, La Luna Negra La existencia de dos principios en el ser humano: la oscuridad y la luz, lo animal y lo divino, así como su confrontación, es un hecho evidente. En astrología, el símbolo asociado a la tentación y caída del ser humano se conoce como Lilith, la Luna Negra. En general, se considera que el nombre Lilith proviene de una raíz sumeria que significa noche . En los textos antiguos babilonios, nos encontramos con la mención de un demonio masculino nombrado Lyl-lu , que seducía a las mujeres durante el sueño, y de su contraparte femenina, Lyl-li-tu , que se aparecía a los hombres en los sueños eróticos. Este nombre también se utiliza a menudo para describir un grupo de demonios femeninos que vinieron del reino de las tinieblas, y sus acciones se denominan “arrebatamiento de la luz”. Desde una perspectiva reflexiva astronómica, Lilith, la Luna Negra es un astro ficticio, un objeto no material. Es el punto más alejado de la Tierra en la órbita lunar, es su a

Astrología kármica

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La Astrología es un instrumento científico que sirve para conectar la mente al alma dentro del universo. Sirve para entender espiritual y psicológicamente nuestro crecimiento y transformación. Nos puede indicar los momentos de crisis y sus causas. Nos explica profundamente el significado de las distintas fases de la vida. De hecho, la Astrología nació antes de las pirámides y de los faraones, en Mesopotamia cuando los primeros sabios profetas empezaron a estudiar las estrellas. Entonces Astrología y Astronomía eran una sola ciencia. Estudiaban las posiciones de las estrellas para saber la posición del hombre en la Tierra. En la actualidad Astrología y Psicología son una misma ciencia y muchos psicólogos se están dando cuenta que la Astrología les ayuda a conocer a sus pacientes con mucha mayor facilidad y de esta manera pueden ganar varios años en el tratamiento si compaginan las dos ciencias. Conviene recordar que la Astrología descifra nuestro destino en función de nuestras

Historia de la Astrología (Del racionalismo a la actualidad)

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El Racionalismo En 1675 se fundó en Greenwich el principal observatorio británico. En 1687 la gran obra de Isaac Newton, PRINCIPIA MATHEMATICA abrió la moderna etapa de la astronomía. Dicha obra ha sido descrita como el mayor esfuerzo mental realizado por un hombre y, además de anunciar la ley de la gravedad, contiene un gran número de descubrimientos fundamentales. A pesar de que Newton prepara el terreno a los científicos materialistas actuales, adquirió, en su juventud, nociones convencionales de astrología; más tarde pasó muchas horas dedicado a experimentos de alquimia, y siempre respetó las verdades inherentes a la astrología. De hecho las indagaciones de Newton en el mundo de las fuerzas ocultas, que determinan los acontecimientos a escala universal, no estaban completamente en desacuerdo con las presentes investigaciones de los armónicos celestes. Pero el nuevo espíritu racionalista no dudó en descartar la astrología como ciencia. Sin embargo, los racionalistas i