Presentación

Soy astróloga y tarotista espiritual. Licenciada en Historia y Máster en Patrimonio Histórico y Cultural con especialización en patrimonio inmaterial. Desde 1995, inicié estudios particulares de Astrología básica con la astróloga mexicana Lucía del Carmen Cabrera. Continué mis estudios de Astrología avanzada y de técnicas predictivas con el astrólogo argentino Hugo Bonito (†). Desarrollé mis aptitudes y habilidades extrasensoriales primero mediante la interpretación de los sueños y luego mediante la incorporación de conocimientos nuevos, aprendiendo y cultivándome en el fascinante arte de la cartomancia, del tarot y de los oráculos, con las metodologías y los cursos de Joan Bunning, Hajo Banzhaf (†), Dra. Eileen Connolly y Dra. Doreen Virtue. Con la práctica profesional como astróloga y tarotista desde el año 2000, implemento ambas disciplinas predictivas y evolutivas para ayudar al consultante en sus preocupaciones e inquietudes particulares con un enfoque espiritual. Actualmente, también soy docente de astrología y tarot espiritual: evolutivo y predictivo.

La Astrología y el Tarot, además de predecir acontecimientos, pueden indicarnos un camino hacia el conocimiento personal, dar respuestas a preguntas espirituales e inquietudes de nuestra vida cotidiana.

La Astrología proviene de la más remota Antigüedad. Establece relaciones entre lo que sucede en el cielo y lo que acontece en la vida de los seres humanos. Sus técnicas predictivas tradicionales y modernas ayudan al consultante a entender sus ciclos vitales y enfrentarlos con prevención anticipada. Todo ser humano lleva dentro de sí la firma de los cuerpos celestes como una imagen del Sistema solar y de las estrellas en el momento del nacimiento. Esto es tanto la tesis básica como la experiencia de la Astrología. El «cosmos interno» está en resonancia con los eventos celestiales corrientes. Sólo por esta razón pueden realizarse los pronósticos personales. Esto significa que la cualidad del tiempo también debe interpretarse en relación al horóscopo personal.

El Tarot ha fascinado a la gente desde hace siglos. Cada naipe recibe el nombre de «arcano», que significa «misterio», pero es mejor considerarlos como «explicaciones»: un misterio es algo indescifrable, mientras que una explicación permite vivir la vida con un mayor grado de consciencia y, por lo tanto, con mayor capacidad de ser. Lo más importante no es lo que «hay» en las cartas del Tarot, sino lo que somos capaces de ver en ellas. Los arcanos del Tarot representan tanto las grandes lecciones y experiencias de nuestra vida, como los principales aspectos de la vida cotidiana, y muestran lo que podemos aprender de nosotros mismos y de las personas más allegadas a nosotros o de nuestro entorno.

Una persona encarcelada sin otro libro que el Tarot, si supiera usarlo, podría en pocos años adquirir el conocimiento universal, y sería capaz de hablar sobre todos los temas con una erudición inigualable y una elocuencia inagotable. — Eliphas Levi.


Basándonos en aquel aforismo latino: astra inclinant sed non obligant. Esta frase reafirma que el libre albedrío existe y que, aunque el destino u otros factores ajenos a nosotros, como pueden ser la sociedad, la cultura, el estado, o la naturaleza y sus fenómenos, nos guíen en cierta dirección o direcciones, somos cada uno de nosotros los últimos responsables de nuestras propias acciones y decisiones, o por lo menos de nuestros pensamientos. O como dijo Carl Gustav Jung: Podemos predecir el futuro cuando sabemos cómo las culturas en el momento presente han evolucionado a partir del pasado.

El Tarot y la Astrología predictivos, además, muestran tendencias, posibilidades, probabilidades, pero las decisiones las toma el consultante, no el tarot, ni el tarotista, ni el astrólogo. El propósito de la predicción es advertir para corregir, es decir, se previene, no se sentencia, ni pretende decidir el futuro de nadie y mucho menos se adivina. Cada persona crea su destino con las decisiones que toma a cada momento en la vida.

El Tarot y la Astrología se complementan y proponen alternativas para considerar la vida y las experiencias personales desde otra perspectiva.

Tanto la Astrología como el Tarot, al utilizar símbolos, tienen un gran contenido en arquetipos ancestrales, presentes en las mitologías de todas las culturas y civilizaciones desde la Antigüedad, con los que se ha buscado explicar los misterios de la vida y del mundo que nos rodea.

La Historia ha registrado la creación y el uso de estas disciplinas, y las puede estudiar desde un punto de vista humanístico, artístico, socio-cultural, antropológico, entre otros enfoques; con lo cual, se puede constatar su permanencia desde su aparición en sociedades de otras épocas y cómo han trascendido los espacios geográficos y los tiempos, llegando a perdurar hasta nuestros días como prácticas remotas vigentes en nuestra sociedad contemporánea.

Pongo mis conocimientos a tu servicio personal.

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