Astrodinas



Desde la Astrología tradicional se ha procedido a la cuantificación o valoración de la fuerza de los planetas para conocer el resultado de sus activaciones, para saber si serán importantes o si no tendrán consecuencias mayores.
Los astrólogos medievales valoraban a los planetas aplicando el término de «dignidades», los renacentistas usaban la palabra «quilates», en el siglo XVII las designaban como «determinaciones» (Lilly y Morin); a principios del siglo XX se denominaban «cosmodinas», y en la actualidad para valorar la fuerza y la debilidad astrológica de los planetas se emplea más la noción de «astrodinas».

La naturaleza adquirida o determinación accidental de un planeta proviene de la asociación o mezcla de su determinación esencial con la del signo, casa o aspecto en la carta astrológica. Es decir, la que adquiere por su estado celeste o cósmico, por su relación con el Sol, por su estado mundano o terrestre (Casas) y por la relación que tiene con otros planetas.



Se hizo necesaria la medición de estas dignidades mediante una unidad teórica de fuerza (como los quilates en las piedras y metales preciosos), a la que los astrólogos del siglo XX llamaron “astrodinas” o “cosmodinas” y asignándoles una puntuación que va del 1 al 5 cuando se trata de cuál dignidad alcanza o aumento en su fortaleza. Pero, también que le resta esa misma cantidad de puntos cuando es una “debilidad” o detrimento en su fortaleza. Lo que en astrología tradicional se conocía como dignidades y debilidades de los planetas, o también determinaciones de la fuerza planetaria son los antecedentes de lo que actualmente se conoce como astrodinas.
Según la tradición, la razón por la medición de dignidades o debilidades planetarias se realice con una escala que va del 1 al 5 no parece ser fortuita, ya que el número 5 corresponde a las cuatro cualidades elementales, (calor, frío, sequedad y humedad) más una quinta que es equilibrada, templada, mixta o estable.
Cuando un planeta obtiene la puntuación más alta (5 puntos), por estar en su domicilio, es porque ha alcanzado el equilibrio de los elementos en la naturaleza ya que la combinación de la naturaleza esencial del planeta con la del signo en que se ubica, constituyen una composición equilibrada y estable con la que se garantiza la perfecta calidad del efecto que se produce ese planeta.
Si un planeta alcanza sólo hasta 4 puntos, por estar en exaltación, es porque entre la naturaleza esencial de ese planeta y la del signo en que se ubica, la combinación que se produce tiene una distensión del equilibrio de los elementos, y los efectos de ese planeta así emplazado no tienen total garantía de calidad.
Resulta ser de gran importancia medir o realizar estos cómputos de los planetas en las cartas astrológicas, tanto para interpretar (porque el planeta que tiene más puntuación es el que más posibilidades tiene de convertirse en Almuten del mapa), como para efectos de predicción. Además, el conocer la información que representan las astrodinas permite saber lo que puede dar de sí un planeta en un mapa astrológico, lo que se puede esperar de sus sincronicidades o de sus escenificaciones en él, así como la calidad o el resultado de sus activaciones.
Si un planeta en una carta obtiene mucha puntuación, aunque ese planeta no sea el Sol, ni el regente el Ascendente, ni un planeta personal, sino que, por ejemplo, se tratase de Saturno, cada vez que Saturno reciba un tránsito o una dirección, no se considerará como un tránsito más o una dirección cualquiera, sino como un punto muy importante, o sensible para el nativo, que estará siendo activado y esta activación tendrá mayores consecuencias sobre la vida de esa persona.
 
Existen dos formas para obtener las astrodinas de los planetas:
I. las que se originan por la ubicación de un planeta, en un signo, sector o casa de un mapa astrológico, como pueden ser el Domicilio, el Término o el Gozo.
II. las que se obtienen en función de los aspectos planetarios.

Astrodinas por ubicación planetaria en el mapa astrológico.

Las astrodinas producidas la ubicación de un planeta en dignidad (domicilio o exaltación) advierten de la calidad o el resultado de sus activaciones.
Las sincronicidades astrológicas que se pueden esperar de cualquier planeta se pueden catalogar según la intensidad con la que se espera que actúen:
1) sincronicidades simples, sucesos que no cambian en nada el curso de la vida del nativo;
2) sincronicidades complejas, acontecimientos que siempre dejan alguna secuela en la conducta o en la vida de una persona;
3) sincronicidades notables, que son aquellas que varían el rumbo de la vida de un individuo, como puede ser cambiar de vivienda, de empleo, o de pareja;
4) sincronicidades extraordinarias, aquellas que cambian totalmente el modo de vida de una persona.
Para conocer la intensidad de una sincronicidad astrológica de un planeta o punto en un mapa, es conveniente conocer la suma de astrodinas de aspectos que recibe ese planeta o punto concreto.
Treinta o más astrodinas: significa que las sincronicidades de este punto afectarán de manera importante el rumbo de la vida del nativo y cuando se activen coincidirá con sucesos que implican cambios notables en la dirección de su vida.
Veinte o más astrodinas: representa sincronicidades que dejaran alguna huella en la vida de la persona.
Diez o más astrodinas: indica que no se pueden esperar cambios o sucesos críticos que varíen la conducta o la vida del individuo.
La calidad o la satisfacción resultante de la sincronicidad debida a un tránsito o una dirección y su relación con un suceso o aconteciendo, depende de la fuerza o dignidad del planeta activado, también medido en astrodinas. Cuanto más dignidades tenga o sume un mayor número de astrodinas, aumenta la posibilidad de que lo que determina por su posición en las casas, se cumpla de manera satisfactoria. Asimismo, se puede decir que un planeta con muchas astrodinas indica acontecimientos de suma importancia o de resultados satisfactorios.
Planeta en domicilio o con muchas astrodinas: tiene fuerza en abundancia y emite con calidad a su debido tiempo, se puede decir que: Un planeta en domicilio se escenifica a través de acontecimientos correctos, libres de errores o defectos; relacionados con personas de conducta irreprochable, en lugares adecuados y en momentos oportunos. Dicho de otro modo, sincronizan con los momentos adecuados en lugares apropiados y con personas idóneas. Por ello se puede esperar que realizan lo que "determinan" en el mejor de los sentidos, y que la consecuencia de su manifestación se trasforme en la vida del individuo en felicidad, bienestar, armonía o benignidad.
Planeta en exaltación: Cuando un planeta está en exaltación, emite en cantidad, sin tener demasiado en cuenta la calidad. Actúa siempre ayudado o apoyado por el planeta que lo rige, sumando energía de éste. Por ello, sincroniza con acontecimientos o situaciones de cierto privilegio, y el resultado de su manifestación tenderá a ir más allá de lo esperado por el individuo. El comportamiento de un planeta exaltado tenderá a realizar lo determinado antes de lo esperado, a causa de privilegios notables o exagerados. (Simpatías personales, tráfico de influencias, recomendaciones, favoritismos, etc.) El planeta exaltado relacionará al individuo con personas de mayor rango, fuerza, destreza, belleza o posición social. Lo llevará a lugares que el sujeto sentirá como demasiado grandes, lujosos, bellos o desmedidos para sus necesidades, con la posibilidad que esto suceda en unos momentos demasiado prematuros, anticipados o adelantados.
Planeta en su término: Los términos son divisiones de los signos zodiacales en cinco partes y se conocen desde la más remota antigüedad. Un planeta en su término sincroniza con acontecimientos o encuentros fortuitos que facilitan el cumplimiento de la voluntad del individuo, le da un lugar, un espacio para que se muestre.
Regente de la triplicidad: Los planetas que se encuentren presentes en su triplicidad, aumentan en fuerza y tienen más probabilidades de cumplir su determinación por la posición en una casa. Normalmente significa que tiene algún apoyo o que recibe ayuda desde otros sectores para cumplir con la determinación, también significa que el resultado de la determinación deberá compartirse con otros.
Planeta en su dodecatemoria: son las divisiones de los signos en doce partes iguales de dos grados y medio por fragmento. Cada una de estas porciones se corresponde a su vez con los doce signos zodiacales y en cada uno de ellos tienen dignidad los planetas. En la tradición dicen que un planeta en su domicilio es como una persona en su casa, un planeta en su término es como una persona en su sillón, y un planeta en su dodecatemoria es como una persona en su silla a la hora de la mesa. Por ello cuando planeta se encuentra en su dodecatemoria, tiene alguna dignidad o fuerza para expresarse o cumplir sus determinaciones.
Planeta “sobre la Tierra”: Cuando un planeta está “sobre la Tierra”, los resultados de sus determinaciones serán visibles o sincronizarán con sucesos que serán del dominio público.
Planeta oriental: cuando un planeta es oriental tiene fuerza para elevar su significado. En la tradición un planeta oriental es como un paladín que va delante de señor advirtiendo de su llegada. por esto los planetas orientales se relacionan con sucesos o determinaciones que llegan después de ser advertidos, que nunca llegan inesperadamente o sin previo aviso.
Planeta directo: tiene más fuerza para cumplir con su determinación. En la tradición un planeta directo es como una persona que va de un sitio a otro sin detenerse en el camino. Señala, pues, que las determinaciones del planeta se realizarán sin retrasos ni desvíos.
Planeta en su hora: El día está dividido en veinticuatro horas, cada una de ellas está regida por uno de los siete planetas tradicionales, de igual manera que sigue el orden de los decanatos antes expuestos. Cada día de la semana, contando desde el amanecer, el día empieza su primera hora con el planeta asociado el día; por ejemplo, el Lunes por la hora de la Luna, el martes por Marte etc. Un planeta en su hora significa que sus determinaciones se realizarán en los momentos adecuados y acordes con su tiempo, es señal de oportunidad.
Planeta en su gozo: el gozo es un estado que se relaciona con la posición de un planeta en una Casa, independientemente del signo en el que se ubique, es como un domicilio que facilita la expresión de las determinaciones del planeta. Se trata de zonas en las que el significado del planeta se manifiesta con mayor benignidad en su relación con el mundo circundante; como, por ejemplo, Marte que es el planeta de la acción, está en gozo en la casa VI.
Planeta dispositor: Un planeta es mucho más importante y notable en sus determinaciones cuando dispone de otros planetas, o lo que es lo mismo, cuando varios planetas se encuentran en un signo regido por este planeta. Señala sucesos importantes que girarán alrededor del sus determinaciones.
Planeta en destierro: Un planeta en destierro no solo emite a destiempo y fuera de lugar, sino que lo hace de mala calidad, a desgana, de forma impuesta, presionado por el regente que siempre es inarmónico. En general impide la realización de lo que determina, destruyendo lo ya realizado o provocando experiencias desfavorables que pueden transformarse en fuentes de infelicidad, falsedad, malogro o desgracias.
Planeta en caída: Un planeta en caída se manifiesta en las actuaciones fuera de lugar, gente y tiempo. Generalmente retrasa una reacción o la desvía hacia un sector de la vida que no se corresponde, donde no es necesario o conveniente, o no viene a cuento. En numerosas ocasiones sincroniza con acontecimientos que impiden la realización de lo determinado, destruyendo lo ya realizado o transformándolo en desasosiego, preocupación o infelicidad. (Por ejemplo: Marte en Cáncer, desvía hacia el hogar la agresividad contenida o producida por las relaciones laborales, creando situaciones nada convenientes para el logro de la felicidad familiar.)
Planeta peregrino: Cuando un planeta no está de ninguna de estas maneras, estará peregrino, dependerá del estado cósmico del regente, contagiándose o adquiriendo el mismo estado que su regente.
Planetas en Recepción Mutua: Cuando un planeta está en un domicilio o exaltación de otro, que al mismo tiempo se encuentra en un domicilio o exaltación del primero, y que además forman algún aspecto, están en la recepción mutua. Si los aspectos que unen a los planetas son de naturaleza tensa, como la cuadratura o la oposición, se trata de una recepción mutua inarmónica e indica errores, equivocaciones, desatinos, desacuerdos, enredos, suplantaciones, malicias, malas interpretaciones, decepciones, deslealtades y trabajos baldíos. Cuando forman buenos aspectos, es una recepción mutua armónica y señala acontecimientos que suceden con rapidez, presteza, improvisaciones afortunadas, activaciones súbitas e inesperadas, alivios, adelantos etc. siempre es una indicación de ganar tiempo.
Los planetas de características benéficas, como Júpiter y Venus, aumentan su benignidad con los benéficos y suavizan y apartan el mal en los maléficos.
Como regla general se puede aceptar que los planetas con posiciones fuertes; domicilio, exaltación y en menor cuantía en trigonocracia, realizan lo determinado en el momento oportuno, sincronizando con acontecimientos de importancia que impactan vivamente, en situaciones notables para la vida de la persona.
Los planetas en debilidad (caída y destierro) se manifiestan en situaciones a destiempo, fuera de lugar o con gente inadecuada, produciendo acontecimientos frustrantes que privan al individuo de lo que esperaba, dejando sin efecto un propósito contra la intención o la voluntad de la persona.
 
Astrodinas que obtienen los planetas por su posición dentro de un signo:
En domicilio = 5 astrodinas.
Exaltación = 4 astrodinas.
Término = 3 astrodinas.
Regente de la triplicidad = 2 astrodinas.
El regente del decanato o faz = 1 astrodina.
El regente de la dodecatemoria = 1 astrodina.
El regente masculino en hora masculina = 1 astrodina.
El regente femenino en hora femenina = 1 astrodina.
 
Astrodinas que obtienen los planetas por su movimiento o posición respecto al Sol o la Tierra:
Planeta sobre la Tierra = 1 astrodina.
Planeta oriental = 1 astrodina.
Planeta directo = 1 astrodina.
Planeta en su hora = 1 astrodina.
Planeta en su gozo = 1 astrodina.
 
Astrodinas que obtienen los planetas por su relación con otros planetas:
Planeta Dispositor (por cada planeta que disponga) = 1 astrodina.
Planeta en recepción mutua = 2 astrodinas.


Venus y Júpiter en buen estado cósmico.
Venus o Júpiter en posiciones fuertes, transforman lo que determinan, en sucesos que aportan felicidad, apaciguamiento, bienestar y despreocupación. Sincronizan con las vivencias que se sienten como caídas del cielo, con la coyuntura más apropiada, en el lugar más adecuado y con la mejor oportunidad.
Venus y Júpiter en mal estado cósmico.
Estos mismo planetas en debilidad, sincronizan con acontecimientos inoportunos, fuera de tiempo, lugar y gente, como: amores ilícitos o dinero negro. No señalan dolor o daño, pero generan preocupaciones que ponen el ánimo en vilo manteniéndolo en un asunto, negocio o tema determinado por el planeta y la casa, no llegando nunca a la plena realización o satisfacción.
Saturno y Marte en buen estado.
Realizan lo determinado a través de acontecimientos que suceden de manera correcta, en el momento adecuado y con las personas idóneas. Transformándolos, en el caso de Saturno, en responsabilidades, en algo que obligará al sujeto a mantener o prestar atención, creándole algún tipo de obligación, que le aportará satisfacciones o seguridad, pero no necesariamente felicidad. En el caso de Marte, se trasformarán en fuentes de energía, optimismo, ansias de vida y determinación de proseguir.
Saturno y Marte en mal estado.
En mal estado, sincronizan con acontecimientos que impiden la realización de lo determinado, produciéndose retrasos u obstáculos insalvables, con desvíos hacia otros sectores de la vida, o los relaciona con personas incorrectas o inadecuado y con lugares poco apropiados o inaceptables. Es deducible que sincroniza con momentos en los que deshace, se destruye o se desbarata lo ya realizado o lo trasforma en pesadas cargas, fuente de duras obligaciones, o, en el caso de Marte, en fuertes consumos de energía impuesto por otros que acaban agotando al individuo y le producen la sensación de agobio o de incomodidad y se percibe como desgracias, desdichas o infelicidad.
El resto de los cuerpos celestes, mantienen una relación similar e intermedia. En general sincronizan con acontecimientos satisfactorios, reparadores o compensatorios cuando están en buen estado cósmico; mientras que, en más estado, desordenan, desorganizan o destruyen lo allí manifestado y lo trasforman en situaciones enervantes e inquietadoras, fuente de desasosiego y preocupaciones.
Se consideran como dignidades al domicilio, la exaltación y en menor cuantía al término, a la triplicidad, al decanato, a la dodecatemoria, al gozo, directo, oriental, o en su hora.
Se admiten como debilidades la caída, el destierro, retrógrado, combusto.
Los planetas peregrinos pasan siempre a depender del estado cósmico del planeta regente del signo en que se encuentra.
Una vez tomadas las medidas de las astrodinas o dignidades de cada planeta se puede determinar el resultado de los acontecimientos que se pueden esperar de ese planeta.
 

Astrodinas por aspectos astrológicos.

Las astrodinas que se producen por aspectos planetarios están divididas en tres conjuntos:
a) las que se consiguen por los aspectos trígono y sextil;
b) las que se obtienen por los aspectos oposición y cuadratura;
c) las que se obtienen por aspectos exóticos, como el septil o el novil.
La suma de astrodinas originadas por los aspectos planetarios permite reconocer la intensidad del suceso, acontecimiento, crisis o la sincronicidad asociada a una determinada progresión, o una dirección, o un tránsito o una activación astrológica sobre un punto del mapa astrológico.
Cuando un planeta o el punto activado, suma más de 40 astrodinas por aspectos, se pueden esperar sincronicidades con sucesos que variaran absolutamente la forma de vida de la persona.
Para conocer la intensidad de una determinada sincronicidad o escenificación de un punto en el mapa natal, es conveniente conocer la suma de astrodinas de aspectos que recibe ese punto concreto.
Las astrodinas por aspecto tienen la siguiente valoración aproximada:
0º conjunción = 10 astrodinas
180º oposición = 10 astrodinas
90º cuadratura = 6 astrodinas
120º trígono = 4 astrodinas
60º sextil = 3 astrodinas.
72 quintil y 144 biquintil = 2 astrodinas
45º semicuadratura = 2 astrodinas
135º sesquicuadratura = 2 astrodinas
150º quincuncio = 2 astrodinas
36º decil = 2 astrodinas
30º semixestil = 2 astrodinas
52º septil = 2 astrodinas
40º novil = 1 astrodina
33º oncil = 1 astrodinas
La suma de los aspectos que recibe un planeta nos indicará la intensidad del acontecimiento que se puede esperar en una de sus activaciones, escenificaciones o sincronicidades.
Cuando un planeta o el punto activado, por aspectos, suma:
Más de 40 astrodinas: se pueden esperar sincronicidades con sucesos que variaran absolutamente la forma de vida de la persona.
Más de 30 astrodinas: significa que las sincronicidades de este punto afectarán de manera importante en el rumbo de la vida de una persona y cuando se activen sincronizará con sucesos que implican cambios notables en la dirección de la vida.
Más de 20 astrodinas: señala sincronicidades que dejaran alguna huella, mientras que si no alcanzan las diez astrodinas no se pueden esperar crisis, cambios o sucesos que varíen la conducta o la vida de una persona.


Bibliografía:
• CARBO I PONCE, Esteve. (2008): Manual de Astrología Tradicional, Palma de Mallorca, Editor José J. De Olañeta.
• FRAWLEY, John. (2001): La Verdadera Astrología, Barcelona, Sirio.
• GRAMAGLIA, Eduardo. (2007): Astrología Hermética. Recobrando El Sistema Helenístico, Buenos Aires, Kier.
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• SANTOS, Demetrio. (1978): Investigaciones sobre Astrología. 2 Tomos. Madrid, Editora Nacional.
• SEATOR, Penny. (2007): “The Down-to-Earth Sky: An Introduction to Morin's Method of Determination”, The Mountain Astrologer, Mercury Direct, Vol. 20, pp. 49-61.
• ZADKIEL. (2006): La gramática de la Astrología, Barcelona, Obelisco.

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