El Mundo


Su numerología, el 21: 2+1=3, frutos. En representaciones tradicionales se destaca en este arcano en lo alto, en un límpido cielo, y en él, una figura humana enmarcada por una mandorla de laureles, un marco o aureola en forma oval o de almendra en donde se insertan personajes sagrados, siendo el más frecuente Jesucristo pero también, la Virgen María o los santos. La mandorla o forma vesica (es un símbolo hecho con dos círculos del mismo radio que se intersectan de manera que el centro de cada círculo está en la circunferencia del otro. Esta forma se denomina también mandorla) proviene de un elemento arquitectónico romano que consistía en poner personajes en un círculo. Se usó preferentemente en el arte románico y bizantino. La forma vesica era un símbolo conocido en las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, África y Asia.
Este arcano también representa a cuatro figuras en las cuatro esquinas de la imagen, pudiendo ser los cuatro evangelistas de la tradición cristiana o seres ultraterrenos; entre ellos, flota danzando graciosamente una mujer desnuda, a veces cubierta por un velo otras va sin censura; algunos interpretes del tarot han sugerido que se trata de un ser andrógino, mezcla de hombre y mujer, para representar el equilibrio de las fuerzas Yin y Yang. Pero desde las más antiguas elaboraciones de mazos de Tarot, se representa a una mujer, quizá sea la Gran diosa. En algunos diseños de este arcano, se dibuja al personaje sosteniendo en cada mano, sin esfuerzo, dos varitas como la que esgrime El Mago, el arcano 1; y tal cosa podría sugerir el querer asociar las dos figuras, pero de forma quizá más trascendental o elevadamente espiritual.La enorme mandorla de laurel es claro símbolo de éxito, de triunfo, de logro, de que se ha encontrado el camino correcto, esplendoroso, hacia el triunfo, pleno éxito en lo propuesto. Con muchas experiencias detrás, se goza en esta etapa de sentimientos de plenitud, de capacidad –según se requiera- de control y aceptación; características muy importantes, esenciales, que perdurarán aún en otras fases, bajo otros Arcanos. La hora de la gran cosecha, material y espiritual. Un poco de incomunicación, de soledad, pero sabe estar solo. Curiosamente esta carta se llama El Mundo... y no se ve la imagen del planeta Tierra, ni del mundo. Bien podría llamarse “El Cielo”, siguieren algunos interpretes.

Cristo Pantocrátor en majestad, del Códex Bruchsal, Manuscrito custodiado por la Biblioteca Estatal de Baden, Karlsruhe, Alemania.
Muestra a Cristo en forma vesica rodeado de los símbolos "animales" de los cuatro evangelistas. Cod. Bruchsal 1, pp. 1v

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