Las fases de la Luna

Sabemos de la influencia de la Luna sobre las mareas, pero... ¿qué es en realidad? Su ritmo y amplitud dependen de la posición relativa de la Tie­rra, el Sol y la Luna, que cambia cada día. Esta in­fluencia cíclica, luego mesurable, concierne también a otros fenó­menos terrestres. ¿Por qué no ocurre lo mis­mo con los demás as­tros, por muy lejos que estén de la Tierra?
A menudo se afirma que la Astrología es una cien­cia basada en el principio de la influencia de los astros. Sin embargo, históricamente, esta cuestión, que fue el origen de una amalgama entre las 2 luminarias (Sol y Luna) y los planetas, es contemporánea al des­cubrimiento del sistema heliocéntrico, que demostraba que el Sol era el cen­tro del sistema planetario y que los as­tros giraban a su alrededor. Esta pre­tendida influencia de los astros nació en la mente de los astrólogos y astró­nomos del Renacimiento: Copérnico, Tycho Brahe, Kepler y Galileo. Tal te­oría fue la causa de la escisión entre la astronomía y la astrología, ya que los astrónomos modernos negaban cual­quier acción de los astros sobre no­sotros.
Sin embargo, debemos subrayar que los sacerdotes astrólogos de la Anti­güedad jamás concibieron en térmi­nos de influencias el desplazamiento de los astros por el interior del zodía­co, sino de coincidencias o analogías entre ciertos fenómenos celestes y te­rrestres. Las civilizaciones de la An­tigüedad ejercieron tal fascinación en los hombres del Renacimiento, que hubo una especie de retorno a los orí­genes, pero se quedó en un nivel su­perficial, el cual provocó numerosos malentendidos que todavía hoy per­duran.
El astrólogo debe saber diferenciar las influencias físicas del Sol y la Luna sobre ciertos fenómenos terrestres y, asimismo, conocer el lenguaje sim­bólico de los astros. Por este motivo, cuando se trata de la Luna, tenemos que tener en cuenta estos dos cam­pos de interpretación.

LAS FASES LUNARES
Para el astrólogo, las fases lunares se componen de 3 series:
1. Las 4 fases lunares elementales: Luna nueva, cuarto creciente, Luna llena o plenilunio, cuarto menguante.
2. Los 8 tipos lunares: Luna nueva, Luna creciente, cuarto creciente, Luna gibosa, Luna llena, Luna propagadora, Luna menguante, cuarto menguante.
3. Las 28 moradas lu­nares: corresponden a las 28 fases de un ciclo lunar o lunación, es decir, una revolución completa de la Luna alrededor de la Tierra. Ahora, empezaremos explicando las caracte­rísticas astronómicas y as­trológicas de las 4 fases elementales de la Luna.
LUNA NUEVA
Astronómicamente, tiene lugar el día en que la Luna sale y se pone al mismo tiempo que el Sol. Una y otro se en­cuentran en la misma posición en re­lación a la Tierra.
Así pues, cuando las 2 luminarias se encuentran exactamente en el mismo eje, durante un breve momento, en re­lación a la Tierra, con la Luna situada entre el Sol y la Tierra, siempre se pro­duce un eclipse o, más exactamente, una ocultación del Sol.
Cuando aparece la Luna nueva, este satélite muestra su lado oscuro a la Tierra.
Astrológicamente, tiene lugar en el momento en que el Sol y la Luna se encuentran en el mismo grado del zo­díaco, es decir, en el mismo signo. Imaginemos, por ejemplo, que el día de Luna nueva, el Sol esté a 8 grados del signo Aries: la Luna también lo es­tará. Decimos entonces que el Sol y la Luna están en conjunción.
CUARTO CRECIENTE O LUNA CRECIENTE
Astronómicamente, tiene lugar 7 días después de la Luna nueva. Según el período del año, la Luna muestra una diferencia horaria, en relación con el Sol, de 6 a 12 horas, es decir, sale y se pone entre 6 y 12 horas más tarde que aquél. Visto desde la Tierra, tiene un aspecto de una media luna que crece de derecha a izquierda, for­mando una especie de D mayúscula. Astrológicamente, se produce en el momento en que el Sol y la Luna for­man un ángulo de 90 grados en el zo­díaco, con la Luna precediendo al Sol. Retomando nuestro ejemplo, si un día de cuarto creciente el Sol está a 15 gra­dos del signo Aries -efectivamente el Sol se desplaza en el zodíaco un grado por día-, la Luna se situará a 15 gra­dos del signo Cáncer. Se dice enton­ces que están en cuadratura.
LUNA LLENA
Astronómicamente, tiene lugar 14 días después de la Luna nueva, es decir, el día en que la Luna se pone mientras sale el Sol y a la inversa. Se encuen­tran, por lo tanto, la una frente al otro, con la Tierra por medio. Un eclipse de Luna siempre se produce en la fase de plenilunio. El Sol, la Tierra y la Luna se encuentran en el mismo eje y la Tierra oculta la cara iluminada de la Luna. Efectivamente, cuando hay ple­nilunio, se hace visible la totalidad del disco lunar.
Astrológicamente, tiene lugar en el momento en que el Sol y la Luna dis­tan 180 grados en el zodíaco, situados, por tanto, en 2 signos opuestos. Si­guiendo con nuestro ejemplo, si el Sol está a 22 grados del signo Aries un día de plenilunio, la Luna se encontrará a 22 grados del signo Libra. Se dice en­tonces que están en oposición.
CUARTO MENGUANTE o LUNA MENGUANTE
Astronómicamente, tiene lugar 21 días después de la Luna nueva. La dife­rencia horaria entre las salidas y las puestas de las 2 luminarias se reduce hasta una diferencia similar a la del cuarto creciente. Vista desde la Tierra, la Luna nos ofrece el aspecto de una media luna cuya parte iluminada disminuye, for­mando de este modo una especie de C mayúscula. Astrológicamente, tiene lugar cuando el Sol y la Luna forman de nuevo un ángulo de 90 grados en el zodíaco, como en el cuarto creciente. Sin embargo, a lo largo de esta fase, el Sol precede siempre a la Luna. Para concluir con nuestro ejemplo, si el Sol está a 29 grados del signo Aries, la Luna se situará a 29 grados del signo Ca­pricornio. Se encuentran de nuevo en cuadratura en el zodíaco.

Fuente:
NAVARRO CAPELLA, Francesc (1998): Colección Aprender y Conocer la Astrología, Madrid, Salvat.

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