Gemoastrología: propiedades generales de las gemas y los minerales.


No se debe confundir la asociación que se hace en Gemoastrología de los siete rayos, que se derivan de los colores tradicionales asignados a los planetas en la Antigüedad, con la tradición esotérica donde los siete rayos forman parte de un concepto teosófico que se encuentra en algunas religiones y doctrinas esotéricas y metafísicas. En Occidente se encuentra en la doctrina del gnosticismo. En los inicios del siglo XIX los siete rayos aparecieron de forma más elaborada en las enseñanzas de la teosofía, primero presentadas por Helena Blavatsky y posteriormente a través de Alice Bailey, basados ambos en la teoría hilozoísta.​ Según los teósofos, ese concepto ya se encontraba en la religión hinduista.

Por otro lado, según Guinard (2000), los planetas son operadores psíquicos que actúan sobre la percepción de lo real. Para él constituyen, un número de diez (u once teniendo en cuenta algunos asteroides y a su representante Ceres) y él justifica "la analogía" entre planetas y colores así: Plutón NEGRO, la Luna BLANCO, Marte ROJO, el Sol AMARILLO, Urano AZUL, Venus VERDE, Júpiter NARANJA, Neptuno VIOLETA, Saturno GRIS, Mercurio MARRÓN.

Según Maciá (2016, 35) en los tratados tradicionales, no litúrgicos, se describe siempre un ordenamiento de las energías en la escala del número siete, en correspondencia con los siete planetas conocidos desde la Antigüedad, que emiten o reflejan luz y pueden ser observados a simple vista; en estas analogías, se incluía al Sol y la Luna, como planetas.

En Gemoastrología, más que de los 7 rayos, tendríamos que puntualizar que se trata de los 7 colores que se han asignado tradicionalmente a los 7 planetas conocidos en la Antigüedad, ya que hay diferencias tanto en la asignación de los colores a los planetas, como en el significado que los teósofos dan a los colores.

Tampoco se debe confundir la asociación cromática que se hace en Gemoastrología, cuya técnica es muy diferente, a la técnica de cálculo de los siete rayos que se manifiestan en la Carta Natal, analizados y usando el sistema desarrollado por Bruno Huber, dentro de la corriente de Astrología Psicológica a la que pertenece la Escuela Huber.

La Gemoastrología fue desarrollada por la astrología medieval española, investigada y difundida en el siglo XII por Alfonso X y su equipo astrólogos que traducían obras clásicas de astrología. En la actualidad su principal divulgador ha sido el astrólogo Vicente Maciá. Su técnica está asociada con la posición de las estrellas fijas en los grados del zodiaco y sus fuentes primarias son el Lapidarios medieval de Alfonso X y una obra de finales del siglo XVI de Gaspar de Morales. 

Las gemas son de gran importancia, y tienen una fuerte relación con la astrología desde hace siglos. Y existe la antigua creencia de que cada gema se asocia con una estrellas, por tanto son consideradas como transmisoras energéticas, determinando con ello, el uso específico y fundamental de las piedras.

Siguiendo los teoría de la gemoastrología propuesta y difundida por Maciá (2016, 39-43), las gemas pueden clasificarse de la siguiente manera:


GEMAS DEL SOL | PRIMER RAYO.
Las gemas del primer rayo o Sol, resuenan en el ego y aumentan la energía vital y la autoestima, activan la voluntad, acrecientan la confianza en sí mismos, incrementan el entusiasmo, desarrollan la creatividad, acentúan la ambición, mejoran las capacidades de organización, fortalecen la personalidad, dignifican y refuerzan el prestigio personal, aumentan las manifestaciones generosas, ayudan a sobrellevar las pruebas y dificultades de la vida y favorecen las perspectivas de ascenso en la vida.
En el plano social, facilitan la aproximación a personajes bien situados, ayudan en las relaciones con jefes o superiores y aumentan el carisma personal.
En el plano físico, incrementan la resistencia a las enfermedades, protegen de las enfermedades coronarias, mejoran la vista; y en los hombres, incrementan el porcentaje de espermatozoides en el líquido seminal.


GEMAS DE LA LUNA | SEGUNDO RAYO
Las del segundo rayo o Luna, repercuten en la percepción de las emociones, activan las facultades emocionales, acrecientan la imaginación, mejoran el estado general de ánimo eliminando altibajos y permitiendo una mejor manifestación de los afectos, aumentan la receptividad y el magnetismo personal y acentúan la sociabilidad.
En las mujeres incrementan la fecundidad, acrecientan el sentido de la protección maternal y previenen de los problemas en los senos. En ambos sexos, amplifican las cualidades psíquicas extrasensoriales.
En lo social, permiten unas mejores relaciones con el mundo femenino, con el público o con la gente en general. En lo físico, fortalecen el aparato digestivo y el sistema nervioso simpático, defendiéndolo de las alteraciones emocionales y permitiendo una mejor secreción interna.


GEMAS DE MERCURIO | TERCER RAYO
Las del tercer rayo o Mercurio, operan sobre el sistema nervioso y el cerebro. Acrecientan el sentido de la lógica, mejoran las facultades mentales concretas, acentúan el ingenio y las percepciones de medida y orden, facilitan todo tipo de expresión intelectual, ayudan a manifestarse y explicarse con claridad, incrementan las habilidades psíquicas y manuales, y refuerzan la argumentación y la agudeza mental.
En lo social, mejoran las relaciones de tipo comercial o bursátiles o las que conlleven intercambios, también facilitan el trato con gente joven, intelectuales o viajantes.
En lo físico, mejoran los reflejos y la coordinación motora, alivian de las alergias que inciden sobre el aparato respiratorio, fortalecen los ligamentos y tendones y ayudan a mejorar de las disfunciones intestinales de origen psicosomático.


GEMAS DE VENUS | CUARTO RAYO
Las gemas del cuarto rayo o Venus, mejoran las manifestaciones sentimentales de índole romántico y las emociones afectivas. Refuerzan la capacidad de seducción, aumentan el encanto personal, acentúan el grado de simpatía y añaden atractivo. Amplifican el sentido de la condescendencia y los buenos modales, acrecientan el sentido artístico y estético.
En lo social, pacifica las relaciones con los demás permitiendo llegar a acuerdos o hacer las paces. Facilitan las situaciones de diversión, amor y juegos permitiendo el goce de los sentidos. Por otro lado, propician las relaciones con el mundo artístico y sus gentes.
En el plano físico, protegen los órganos sexuales femeninos y los riñones contra infecciones o debilitamientos, y fortalecen la garganta de trastornos psicosomático.


GEMAS DE MARTE | QUINTO RAYO
Las del quinto rayo o Marte, contribuyen a generar pulsiones vitales que aumentan el vigor y aportan mayor fuerza dinámica al carácter, ayudan a eliminar las depresiones, acentúan el optimismo, empujan a probar fortuna, animan y hacen fácil la toma de decisiones, desinhiben la libido, intensifican la acometividad y el atrevimiento eliminando los rasgos de timidez, amplifican el sentido de la lucha por la conservación y permiten una mejor manifestación del impulso vocacional.
En lo social, atraen a personas vitales, activas, enérgicas, trabajadoras y bulliciosas con quienes permite una buena relación.
En lo físico, eliminan los dolores de cabeza de origen psicosomático, aumentan la producción de glóbulos rojos en la sangre, ayudan a combatir los estados anímicos y mejoran las funciones musculares.


GEMAS DE JÚPITER | SEXTO RAYO
Las del sexto rayo o Júpiter, son un espejo de lo celeste que, por simpatía, mejoran las facultades creadoras y abstractas, amplifican la conciencia moral y el sentido de la justicia, inducen al sano juicio, remodelan el carácter aportando templanza y benevolencia, hacen más jovial y condescendiente, facilitan el desarrollo y la expansión personal, ayudan a vencer las oposiciones y las controversias.
En lo social, aportan algún logro, otorgan privilegios, acrecientan los beneficios, proporcionan satisfacciones, facilitan los largos viajes y el trato con extranjeros y favorecen las relaciones con el mundo judicial.
En lo físico, fortalecen las funciones hepáticas y protegen el hígado de infecciones o de crecimientos irregulares.


GEMAS DE SATURNO | SÉPTIMO RAYO
Las gemas del séptimo rayo o Saturno, intensifican las facultades creativas concretas, acrecientan el sentido práctico, incrementan el realismo conservador, favorecen los trabajos de erudición y el conocimiento, facilitan la estabilidad material, refuerzan el instinto de seguridad, acentúan la aceptación de responsabilidad personal y la constancia, incrementan la firmeza de carácter y ayudan a desarrollar la paciencia y la perseverancia.
En lo social, facilitan el trato con las personas mayores o de rango inmediato superior como el padre o el jefe y ayudan a lograr puestos de responsabilidad.
En lo físico, fortalecen el sistema óseo atenuando los crecimientos desordenados que provocan artrosis, protegen de las enfermedades del bazo y de los enfriamientos.


Bibliografía:
BAILEY, Alice. (1999): Tratado sobre los siete rayos. Tomo I. Psicología esotérica. Buenos Aires, Fundación Lucis.
GUINARD, Patrice. (2004): “Planetas, Colores y Metales”, en: cura.free.fr, C.U.R.A. Centre Universitaire de Recherche en Astrologie, consultado [6/junio/2016].
HALL, Judy. (2003): La Biblia de los cristales. Guía definitiva de los Cristales, Madrid, Ediciones Gaia.
HUBER, Bruno; Huber Louise. (2007): La astrología y los siete rayos. Psicología esotérica. Energías cósmicas para el desarrollo de la conciencia del alma. Nuevos métodos para la determinación de los rayos en el horóscopo, Barberá del Vallés, API Ediciones España, S.L.
MACIÁ, Tito. (2016): Gemoastrología, Barcelona, Ediciones Sincronía.

Otras Fuentes:
ALFONSO X, Rey de Castilla. (1221-1284): LAPIDARIO, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2004, en: cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcrx965, consultado [4/junio/2016].
MORALES, Gaspar de. [1598] (1977): De las virtudes y propiedades maravillosas de las piedras preciosas, Madrid, Editora Nacional. [Primera Impresión por Luis Sánchez en 1605].

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