Los 7 astros primordiales y los 3 astros secundarios


Estrellas, planetas o satélites, los astros tienen un sentido, una identidad, una función. Inscritos en una carta astral, revelan los diversos componentes de la personalidad.

Los planetas hacen referencia a diez arquetipos psicológicos: el Sol, la Luna y los planetas del sistema solar:
Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
Aunque sabemos que el Sol y la Luna no son planetas, desde la perspectiva simbólica de la astrología se les considera como tales.

En la jerarquía celeste que rige el zodíaco, el Sol es una estrella, la Luna un satélite; Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno son planetas, como también lo son Urano, Neptuno y Plutón. Y todos son astros.
Los planetas hacen referencia a arquetipos psicológicos internos. Representan las energías vivas en sí mismas y su emplazamiento en el Zodíaco define las diferentes manifestaciones del individuo.
Algunas energías planetarias son masculinas y otras femeninas, pero es evidente que, tanto si se es hombre como mujer, en una carta astral existen ambas polaridades.
Los astros que se utilizan en un mapa astral son diez: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
Desde la perspectiva simbólica de la astrología se les considera energías planetarias a todos los astros, y observaremos que en léxico astrológico, tradicionalmente se les llama planetas al Sol y a la Luna, aunque en realidad son una estrella y un satélite respectivamente.

Urano, Neptuno y Plutón deben considerarse aparte; pues, si su situación en una carta astral está lejos de ser desdeñable, la información que aportan corresponde más bien al ámbito de las corrientes colectivas, mientras que los otros siete astros indican cualidades propias del individuo como tal.
Todos tienen significados particulares, distintos, originales, que, según su situación en el zodíaco, se combinan con las cualidades inherentes a cada uno de los 12 signos astrológicos.
Por ejemplo, el Sol situado en el signo de Aries, Cáncer o Libra, conserva siempre sus atributos solares, pero se impregna más o menos de las cualidades reveladas por cada uno de estos signos, según si su naturaleza está en afinidad u oposición con ellas.
De tal modo, un nativo de Aries -cuyo Sol se encuentra en este signo- manifiesta una voluntad activa, impulsiva, entusiasta.
Sin embargo, un nativo de Cáncer está dotado de una voluntad sensitiva, receptiva, dulce, y un nativo del signo de Libra revela una voluntad sutil, equilibrada y contemplativa.

El Sol - Concepto clave: identidad

Es la expresión, y la manifestación de la voluntad instintiva del individuo, la personalidad en vías de realización.
Es la esencia del ser, el núcleo alrededor del cual se estructuran los componentes de la personalidad.
La voluntad instintiva es lo que el individuo desea espontáneamente, sin reflexionar, lo que suscita en él afinidades y atracciones, diferencias y repulsiones.
El Sol simboliza el núcleo central del yo. Representa el ego esencial que marca el propósito y da sentido a nuestra realidad existencial.
Corresponde al centro energético consciente y vital que configura nuestra forma de expresión básica.
Describe lo masculino en el interior de cada persona, y la vivencia psicológica –o imagen– que se tiene del padre.

La Luna - Concepto clave: emoción

La Luna simboliza las respuestas emocionales y las reacciones instintivas ante los estímulos externos.
Asociada con el principio materno, la Luna indica cómo nutrimos emocionalmente a los demás y qué tipo de relaciones y situaciones sentimos que nos proporcionan seguridad emocional.
Describe lo femenino en el interior de cada persona, y la vivencia psicológica –o imagen– que se tiene de la madre.
Es la expresión y la manifestación de la sensibilidad del individuo, el yo sensible.
Con la ayuda de los cinco sentidos (la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto), el individuo toma consciencia de su personalidad, del mundo que le rodea, que percibe e interpreta a su manera.
Así, la imagen que se forja de él mismo y de su entorno es fruto de su imaginación.

Mercurio - Concepto clave: comunicación

Mercurio está asociado con el intelecto y los procesos mentales. Se relaciona con el pensamiento lógico, la capacidad de análisis, la adquisición de conocimientos y el aprendizaje.
Representa la comunicación de todo tipo, expresada de manera verbal, gestual o gráfica.
Señala la forma en que nos comunicamos, intercambiamos ideas y transmitimos información
Es la expresión y la manifestación de la inteligencia del individuo, el yo cerebral y subjetivo.
Una vez establecido el contacto sensible con el mundo, el individúo lo aprehende, es decir lo toma, lo capta. La imagen se hace idea. La idea se hace espejo. El espejo refleja y devuelve la imagen, suscitando la «reflexión».
La inteligencia busca entonces instrumentos que le faciliten la comunicación con el mundo exterior y la relación con los demás. Mercurio es el instrumento de comunicación y de sociabilidad del ser.

Venus - Concepto clave: afecto

Es la expresión y la manifestación de los sentimientos y de las motivaciones del individuo, el yo emocional.
Ser sentimental es combinar la expresión de los sentidos y la sensibilidad (lo sensitivo) con la de las actividades cerebrales (lo mental).
Sin embargo, si el sentimiento tiene algo de cerebral, el amor es más espontáneo, más instintivo (cualidades solares).
El amor pone en movimiento al ser, lo conduce a expresar sus emociones y sus motivaciones.
Venus simboliza la afectividad, el amor, la atracción y el placer. Se relaciona con la armonía, la sensibilidad artística y la belleza en todas sus formas.
Describe lo que nos gusta y las cualidades que valoramos debido a que despiertan en nosotros sensaciones gratificantes.
Señala la forma en que se experimentan las cualidades vinculadas a la feminidad –tanto en un hombre como en una mujer– así como el aspecto femenino de la sexualidad.

Marte - Concepto clave: autoafirmación

Marte simboliza la energía agresiva mediante la cual afrontamos los desafíos de la vida y nos
hacemos valer. Describe cómo nos autoafirmamos y cómo luchamos para conseguir los resultados
que deseamos. Señala la forma en que se experimentan las cualidades vinculadas a la masculinidad
–tanto en un hombre como en una mujer– así como el aspecto masculino de la sexualidad.
Es la expresión y la manifestación de la afirmación del «ego» y del poder de acción del individuo, el yo activo.
Para diferenciarse el individuo debe afirmarse, imponer sus elecciones, sus iniciativas, actuar.
El poder de acción es el instrumento mediante el cual el ser manifiesta su empuje entusiasta hacia la vida, se exterioriza, concreta sus ideas, alcanza sus objetivos, cumple sus promesas, satisface sus deseos.

Júpiter - Concepto clave: ideales

Es la expresión y la manifestación de la alegría de vivir del individuo, el yo expansivo.
Una vez afirmado, el individuo aspira a poseer el mundo que le rodea, dando libre curso a su alegría de vivir, abriéndose y gozando de los bienes de este mundo, al tiempo que adopta un estilo de vida y una forma de expresión que le son propios.
Júpiter se relaciona con el impulso de expansión, crecimiento y elevación, en cualquier ámbito de la existencia.
Describe la conexión con las creencias e ideales espirituales, religiosos o filosóficos que sirven de guía en la vida.
Representa la visión global y esencial que va más allá buscando, pero sin perderse en pormenores.
Simboliza el estímulo parental que transmite confianza y optimismo.

Saturno - Concepto clave: autoridad

Saturno se relaciona con el principio de concentración y la búsqueda de realizaciones concretas.
Describe la tendencia de estructurar y asentar la propia identidad a través de la racionalidad y el esfuerzo sostenido.
Está asociado con la disciplina, el compromiso, la responsabilidad y la tradición.
Se vincula con los logros tangibles alcanzados mediante lentos y sólidos procesos.
Representa el control paternal o el maestro que preserva y pone normas.
Es la expresión y la manifestación de la maduración del individuo, el yo racional y objetivo. El ser toma conciencia de sus limitaciones.
Reúne, sintetiza, concentra, interioriza. Madura. Adquiere conciencia de sí mismo, rigor, dominio de los elementos propios de su destino, que distingue de su libre albedrío.
Mide las consecuencias de sus deseos y de sus actos. Descubre sus verdaderas motivaciones. Va a lo esencial. Es, al fin, un individuo íntegro.

Urano - Concepto clave: libertad

Es la expresión y la manifestación del espíritu de independencia del individuo, el yo impulsivo.
Consciente de sus límites, este ser es capaz de distinguirse de sus semejantes revelando su individualismo activo, su fuerza de decisión, su autonomía.
Puede ahora despegarse de las contingencias y obligaciones morales o sociales. Es dinámico, comprensivo, solidario con los demás.
En lo referente al individuo, Urano corresponde siempre a un punto de ruptura entre él y su pasado, que lo deja libre para realizarse, siendo él mismo.
Urano simboliza el impulso de libertad, independencia y diferenciación. Está relacionado con la inventiva y la originalidad.
Representa la rebeldía ante la tradición, las normas establecidas y las pautas limitadoras.
Señala el despertar brusco a través de nuevas visiones que generan rupturas y cambios radicales en la vida personal. Se vincula a proyectos colectivos humanitarios, progresistas o revolucionarios.

Neptuno - Concepto clave: misticismo

Neptuno representa el psiquismo, el misticismo y las vivencias en el mundo de lo intangible como son el espiritismo, la mediumnidad o los viajes astrales. Simboliza el amor universal y el anhelo de una fusión con el Todo.
Describe la capacidad para captar los estados anímicos y vibraciones que emanan los seres vivos, lugares y objetos. Se relaciona con los estados conciencia no ordinaria, los sueños premonitorios y otras experiencias vinculadas con el inconsciente.
Es la expresión y la manifestación del poder de transformación del individuo, el yo receptivo. Gracias a esta receptividad psíquica aportada por Neptuno, el ser va a ser capaz de adaptarse a todas las situaciones.
Ahora se encuentra con más posibilidades de hacerlo, ya que se ha convertido en un individuo libre, independiente, íntegro.
Por un fenómeno de osmosis, que resulta a la vez de la identificación y de la diferenciación, se adapta a las corrientes exteriores, hacia las cuales se muestra receptivo. Se transforma gracias a ellas.
Descubre en él mismo otra dimensión, una conciencia mucho más amplia y sutil de sí mismo y del mundo, que le permite abarcar y amalgamar la realidad exterior y su vida interior. A partir de entonces, puede tener fe en sí mismo.

Pluntón - Concepto clave: regeneración

Es la expresión y la manifestación del potencial de creatividad del individuo, su yo impulsivo.
El acto de creación es mágico, instintivo, irreprimible. Llevado por el ciclo de la vida y de la muerte, ofrece la posibilidad de hacer y deshacer, de producir y de destruir.
El poder de creatividad del individuo se confronta con el misterio de la vida y de la muerte, de su propia vida y de su propia muerte -a la que conjura creando, produciendo-, y de la cual debe tomar consciencia un día u otro, para aprender a regenerarse o concienciarse.
Plutón describe los procesos regenerativos de muerte y renacimiento en la existencia.
Simboliza la energía de fondo que fuerza a una transformación profunda. Se relaciona con sentimientos inconscientes y emociones poderosas que pugnan por manifestarse y, a la vez, con el control y contención de dichas emociones.
Está vinculado con los procesos terapéuticos y con la experiencia de soltar aquello que ya no sirve para nuestra evolución.
Lo que dicen los astros…
El Sol: ¡yo deseo!
La Luna: ¡yo siento!
Mercurio: ¡yo pienso!
Venus: ¡yo amo!
Marte: ¡yo actúo!
Júpiter: ¡yo gozo!
Saturno: ¡yo sé!
Urano: ¡yo libero!
Neptuno: ¡yo confío!
Plutón: ¡yo evoluciono!

Bibliografía:- ALCOBA. M.E. et. al (2008): Curso de Astrología, Tomo I, Buenos Aires, Kier.
- ARROYO, S. (1991): Manual de Interpretación de la carta natal, Barcelona, Urano.
- DUMÓN, E.R. (2004): Manual de Astrología Moderna, Buenos Aires, Kier.
- PARKER, J. & PARKER, D. (1997):  Guía Completa de Astrología, Barcelona, Grijalbo.

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