El Ermitaño y La Rueda de la Fortuna


En El Arcano IX vemos un hombre anciano que supuestamente camina, ya que en algunas representaciones no se ven los pies, lleva un fanal para iluminar el camino y un bastón. Estamos ante el asceta, el herborista, el guía, pero también el buscador. Un arcano que representa la soledad, la penitencia y la reflexión. Este arcano nos indica que la persona en cuestión sufre un aislamiento, retiro y soledad; busca la iniciación, meditación y lo noble y auténtico. El Ermitaño es la prudencia, la discreción, experiencia, vejez y madurez. Nos habla de todo aquello que se mueve en el entorno de la madurez. Es la meta de un largo camino de realización, pero también se trata de un final. Con el nueve termina un ciclo para renovarse en el arcano número diez.
Waite escribió claramente que El Ermitaño NO está buscando la verdad y la justicia, que su lámpara nos dice “Donde estoy, podrías estar” ... Y, ¿dónde está el eremita? En la cumbre de una montaña: verdades abstractas… pero una cumbre es una cumbre, o sea: lo peor ya pasó. “Verdades dominadas”. Verdades que estaban dentro de él, intuidas, por eso no las busca, sino que se limita a encontrar las racionales precisas palabras, pulir la verdad en la soledad ya encontrada en el contacto con la realidad, aunando ahora lo yin de la noche y lo yang de su báculo. Queda utilizar bien la sabiduría obtenida en el camino de ascenso a esa cumbre: guiar a otros (su lámpara… que no tiene una vela sino una estrella). No asustarse por problemas que no serán superiores a los ya superados; apreciar el silencio, la soledad, no como aislamiento de los males del mundo sino como amable circunstancia, calma necesaria que nos facilita pulir lo ya encontrado, lo intuido. El Ermitaño disfruta haciendo lo que debe, no le interesa.
En sentido vertical: Sabiduría, prudencia, soledad. Búsqueda de la espiritualidad, distanciamiento de las cosas materiales. Silencio, discreción, austeridad, celibato; lo peor ya pasó, no asustarse por problemas. Guiar a otros. Apreciar el silencio, la soledad: aprovecharla para pulir lo ya encontrado para mejor guiar a otros. Más paz que felicidad. Más deber que placer. Consciencia. Dinero, otra vez lo justo, no más. Prudencia, silencio. Consejo de pensar más y hablar menos. En amor, poca incidencia, no le preocupa tampoco demasiado, alguna historia amable y poco más.
En sentido invertido: Imprudencia, timidez, insociabilidad, obsesión. Soledad excesiva. Autoaislamiento. Tendencia a la depresión. Sinsabores sentimentales. Soberbia. Supuesta sabiduría, falsos misterios o su opuesto: timidez, tristeza. Aburrimiento, soledad. Pérdida de un amor. La prudencia es ahora cobardía.
 

El Arcano X, según las diferentes representaciones artísticas de los mazos de tarot, incluye la imagen de la famosa rueda de la fortuna, sin ningún ser humano o con algunos; puede tener escrito “ROTA”, rueda en latín. A veces una esfinge en el medio superior, en equilibrio, y figuras alegóricas bíblicas alrededor.
En este arcano contemplamos una inmensa rueda de seis rayos en la que vemos a un conejo que asciende por la derecha y un mono que desciende por la izquierda. La Rueda de la Fortuna representa la rueda de la eternidad, sin principio ni fin. También es el movimiento constante de la vida. Nos encontramos ante un arcano que es símbolo de la transformación.
Esta carta significa buena fortuna, pero como bien sabemos, la rueda no cesa de girar, es por ello que también existen altos y bajos en el transcurrir de tu vida. De modo que siempre es preferible que esta carta se nos aparezca en su cara más positiva (al derecho). Asuntos que están en manos del azar, pero indica un momento más que propicio para ponernos en marcha. Abertura afortunada, cambio, aumento de posición o sueldo. Viaje programado o traslado sorpresa. Buena racha en el juego de azar. Fin de un ciclo y comienzo ascendente en una nueva etapa. Éxito en todos los niveles. Olvidarse de los planes, que para bien (relativamente, no perfecto) vendrán grandes cambios inevitables.
En sentido vertical: Ventaja nacida casualmente, suceso inesperado. Oportunidades, suerte, culminación. Cambios favorables. Viajes.
En sentido invertido: Cambios desfavorables. Mala suerte. Falta de oportunidades. Peligro que se avecina. Salud descuidada.
 
Bibliografía:
BANZHAF, H. (2000): Las Llaves del Tarot. Edaf.
DUMMETT, M. (1980): The Game of Tarot. Duckword.
SALAS, E. (2009): El gran libro del Tarot. Robinbook,
TUAN, L. (2002): El lenguaje secreto del Tarot. De Vecchi.
VEGA, G. (2007): Tarot para principiantes. gvega-libros.

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