El Carro y La Fuerza


En El Arcano VII vemos a un hombre que es transportado por un carro tirado por dos caballos, esfinges o corceles, o un hombre transportado bajo un palio. Alejandro Magno guiando un carro triunfal sujetando sus características y destino (esas dos esfinges) con la pura fuerza de su voluntad, sin ni siquiera utilizar riendas. Sí sujeta una vara (¿mágica o de mando?). Las esfinges (una blanca y otra negra) son sus contradictorios (como los de todos nosotros) impulsos, sentimientos, sueños, todo lo yin, que no se mueven paralelos, como una yunta bien entrenada, sino que intentan ir cada una por su lado. Este arcano representa el hombre poderoso, el hombre que ha triunfado y camina a través de la vida o viaja hacia un objetivo determinado, pero la lámina también encierra otros múltiples simbolismos. “Ir en carro” nos habla de ir fácil y rápidamente al objetivo, de que lo peor ya ha pasado. De eso trata esta figura: es un triunfo en el plano de lo práctico, de la inteligencia (ahí están a sus pies las esfinges firmemente gobernadas) y la determinación militar, las virtudes militares, Ares-Marte: acción, voluntad, disciplina (con pasión) y valor. Nada que ver con el espíritu ni la intuición ni la consciencia ni la conciencia. Todo material.
La presencia de este arcano, indica la victoria y el triunfo. Nos indica traslado, escape, viaje.
El Carro ofrece probables viajes a lugares exóticos y remotos, nuevas amistades que enriquecerán nuestro trato y mejorarán nuestros conocimientos. Con nuestro tesón superaremos y venceremos trabas y dificultades. No podemos desfallecer, en nuestro tesón está la voluntad de superar obstáculos y vencer enemigos. No se trata de un arcano de plena seguridad, ya que nunca debemos confiarnos ni ser ociosos.
En sentido vertical: Triunfo, éxito, evolución espiritual o material. Inteligencia. Honor, mérito reconocido. Victoria basada en justificada autoconfianza, inteligencia lógica, y nada de amor ni sabiduría ni introspección. Rapidez en conquistas prácticas, terrenales (no interiores). Capacidad de dirigir. Viajes. Noticias favorables. Yang. Es una carta que habla de cualidades que se tienen, esencias, y que en algún momento y por un tiempo, poco o mucho, se manifestarán en su esplendor; algo entre esencia y circunstancia.
En sentido invertido: Derrota, fracaso, pérdidas, problemas, opresión, oportunismo. Malas noticias. Accidente. Una persona en esta fase... puede ensoberbecer fácilmente, más cuando expresamente se nos dice que la consciencia, la introspección, no es una cualidad destacada en ella. En la ceguera que le confiere su Enano Soberbio, puede entrar en su zona peligrosa con más facilidad que otros arquetipos. Y recordemos que la soberbia es una forma de debilidad, pues es fácil engañar a un soberbio. En su avance victorioso puede ser como Aquiles estúpidamente cruel con sus vencidos, o despreciar a sus colegas... cosas que tarde o temprano se pagan, llevándolo a situaciones temerarias más que valientes, dando curso, claro, a situaciones peligrosas. Menguan sus “virtudes militares”.

Recordemos que existe un cambio en el orden del octavo arcano mayor, según sea la versión tradicional de los Tarots de Marsella, que coloca a La Justicia como Arcano VIII. En cambio, los tarots de principios del siglo XX, inspirados en el diseñado por Waite y Colman, ubica aquí a La Fuerza.


El Arcano VIII, La Fuerza, incorpora a una mujer que sin violencia domina a un león, encadenado a ella por una cadena... de flores, o sea: domina sin violencia, mantiene con sus dos manos abiertas las fauces del león; es una carta en la que la figura femenina está vestida con elegantes mantos y tocado. Este arcano representa el dominio de la fuerza bruta a través de la inteligencia. La dama domina a la terrible fiera (los instintos más primarios), pero no la destruye. Se trata de un control, de un dominio absoluto de la situación a resolver. Es la fuerza de la energía, de la salud, de la capacidad sensata y del orgullo de saber estar. La mayoría de las veces en este arcano, es la mujer quien domina la situación, a pesar de que las cartas no tienen sexo, en muchas ocasiones, sí señalan si es hombre o mujer. La Fuerza, por lo que vemos, es fuerza moral, no es física, ni radica en herramientas como pudiera ser la espada, ni alguna especial destreza, sino en su capacidad moral, en la seguridad de que sus buenas intenciones y el apoyo de Dios o la Divinidad expresado en ese cielo luminoso y limpio, vencerán a la larga, con paciencia, a lo que es malo o violento por naturaleza...
En sentido vertical: Coraje, energía. Inteligencia triunfante sobre la fuerza bruta. Dominio de las propias acciones. Trabajo, actividad, acción. Fuerza moral, defensa de causas justas, derrota del mal; la fuerza de la bondad. Se vencerán los problemas (discordias, enfrentamientos) con paciencia, sin mayores dramas. Aceptar “el lado malo” propio sin violencia para dominarlo. Dinero: lo justo.
En sentido invertido: Debilidad, impotencia, enfermedad. Abuso de poder. Guerra, enfrentamiento. Intervención quirúrgica, abandonar la actitud de “no tengo fuerza”, pues sí la tiene. O el límite contrario: abuso de la fuerza.

Bibliografía:
BANZHAF, H. (2000): Las Llaves del Tarot. Edaf.
DUMMETT, M. (1980): The Game of Tarot. Duckword.
SALAS, E. (2009): El gran libro del Tarot. Robinbook,
TUAN, L. (2002): El lenguaje secreto del Tarot. De Vecchi.
VEGA, G. (2007): Tarot para principiantes. gvega-libros.

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