La Astrología - ¿disciplina, ciencia, creencia filosófica o religiosa?
El lugar que ocupa la astrología en el mundo no esta muy claro: ¿es una disciplina científica, o un sistema de creencias mas cercano a la religión o la filosofía? No se considera realmente una ciencia en el sentido en que la mayoría de los científicos emplean ese termino en la actualidad, pero si nos fijamos en el significado original de ciencia, scientia, ('conocimiento'), tal vez encontremos una
definición mas acorde con el mundo de la astrología. Cualquier hombre o mujer con sed de conocimiento intentará conectar sus experiencias vitales con el universo -para relacionar sus acciones, reacciones, emociones y procesos de pensamiento con el universo externo-. Y esto es lo que hace esencialmente la astrología: proporcionar un modo de relacionar el diseño que forman el Sol, la Luna, los planetas y otros cuerpos celestes con la vida en la Tierra, y en especial con nuestras vidas particulares.
Piso de la Sinagoga de Heftsi Bah - zodiaco de mosaico con símbolos judíos. Israel, 517-518.
Quizá esto hace que la astrología parezca una religión -que no es sorprendente, si se tiene en cuenta que la religión se considera a menudo un rival de la ciencia en su intento de dar un sentido a la naturaleza de la vida-. Sin embargo, la astrología, al contrario que la religión, se basa en hechos observables y cuantificables. Es más, si aceptamos que una definición de ciencia es «la rama del conocimiento que se ocupa de la observación la experimentación sistemáticas», el termino es una exacta descripción de la astrología. Ninguna de las afirmaciones que hacen los astrólogos modernos ha sido inventada por ellos: son el resultado de la observación y la experimentación ya haya sido formulada hace 1400 años por el estudioso babilonio Aculano: ya por el astrólogo británico John Addey en la década de 1970. Y si un astrólogo moderno intenta ampliar el conocimiento de la materia con alguna afirmación nueva, dicha afirmación es el resultado de la observación y el análisis.
Cristo-Helios con Zodiaco, Fresco del Monasterio de Dekoulou o Thekoulou, Grecia.
PRUEBAS, HECHOS Y OPINIONES.
Cualquier astrólogo que haya trabajado durante más o menos medio siglo puede registrar casos que demuestran, una y otra vez, que cuando un planeta tiene determinada relación con otro en una carta astral, aparece un rasgo particular de personalidad en el individuo del horóscopo en cuestión. Realmente, esto no puede verificarse del todo, igual que en psicología es imposible probar que cierto incidente de la infancia ha tenido determinado efecto en un adulto. Pero si se estudia con detalle, las pruebas son convincentes.
Esta constatación de la teoría astrológica es lo que durante muchos años ha convencido a la gente de que merece la pena tomarse en serio el asunto: el hecho de que un horóscopo o carta astral puede revelar mucho sobre la naturaleza de una persona nacida un día, un momento y un lugar concretos. De todas formas, hay que decir que quienes busquen pruebas objetivas y mensurables -como se puede pedir, por ejemplo que Nicaragua tiene un área de 130,700 kilómetros cuadrados- no las van a encontrar. Esto no es un gran inconveniente, como alguno pudiera pensar, y resulta interesante destacar que tres importantes libros de referencia ofrecen áreas diferentes para Nicaragua, con una variación de mas de mil kilómetros cuadrados. Debemos concluir que cualquiera que busque certezas en nuestro mundo recibirá respuestas poco concluyentes.
ASTROLOGÍA POPULAR
Desgraciadamente todavía es necesario apuntar, cuando se escribe con rigor sobre astrología, que quienes crean que tiene algo que ver con las secciones populares que se encuentran en los periódicos y revistas deben desterrar esa idea
de inmediato.
Es divertido leer estas secciones, y un astrólogo perspicaz (y quizá lo más importante) que sea también un buen periodista puede ofrecer las claves suficientes para sugerir que algo extraño va a ocurrir. Si ese astrólogo de prensa le dice a un lector con Sol en Aries que es muy probable que se puede lastimar la cabeza, tendrá muchas probabilidades de acertar.
Aunque se pueden hacer algunas generalizaciones en el campo de la astrología solar, no es el tipo de astrología que defendemos o practicamos y queremos presentar a los lectores en este espacio. Tampoco trataremos el tema que, sorprendentemente, la mayoría de los lectores encuentran más interesante: la posibilidad de predecir el futuro.
POSIBILIDADES DE PREDICCIÓN.
La mayoría de los astrólogos están de acuerdo en que es imposible predecir el futuro con fiabilidad. Sin embargo, la astrología es una herramienta importante que debe tomarse en cuenta en este campo. EL famoso psiquiatra C. G. Jung desarrollo con ella la teoría de la sincronicidad. Es decir, que los hechos significativos ocurren a la vez: si la vida tiene un patrón, el tiempo es un aspecto esencial de ese patrón, y todo lo que sucede está relacionado con cualquier otra cosa que suceda durante ese tiempo.
La historia está llena de predicciones equivocadas, y las pocas que han resultado ciertas —aunque son fascinantes— no han demostrado ser particularmente útiles. Pues han habido muchas predicciones que vaticinan catástrofes pero que no han servido para salvar vidas.
Una predicción fiable -hecha por un astrólogo profesional- puede compararse con un pronóstico meteorológico o un informe económico. Pues, si la gente cree que algo como "el lunes 39 de septiembre del 2013 vas a encontrar al amor de tu vida", jamás hay que esperarlo.
ASTROLOGÍA, HOY.
La astrología es la disciplina de los astros, establece relaciones entre lo que sucede en el cielo y lo que acontece en la vida de los seres humanos. Se apoya en cálculos matemáticos y astronómicos, en su parte técnica. Y en su parte interpretativa muestra la dinámica arquetípica existente entre el cosmos visto desde la perspectiva geocéntrica y la humanidad. La astrología evidencia que pertenecemos al Universo y que estamos conectados y unidos a él intrínsecamente. Contactar con la verdadera astrología nos hace vivir con más consciencia, libertad y alegría; es la inevitable consecuencia de la comprensión del Yo y su contexto cósmico. Su aplicación principal es el autoconocimiento. A través del autodescubrimiento mediante la Carta Natal uno se convierte en un protagonista más consciente de su vida, capaz de autorrealizarse. El destino lo crea cada uno interactuando con la vida.
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