HISTORIA DE LA ASTROLOGÍA - Desde la Prehistoria a las culturas del Creciente Fértil de Mesopotamia

Es imposible afirmar cuándo tuvo por primera vez la humanidad la certeza de que los movimientos de los planetas tenían influencia en todos nosotros, Pero sabemos que hacia el año 1500 a. C. existían tablas con la hora en la que los planetas salían y se ponían, y hacia el 1000 a. C., los astrólogos sabían que el cielo era un gran círculo y que giraban alrededor de él.


Tabla astrológica de la antigua ciudad de Uruk, en Irak.
Las tablas planetarias más antiguas que se conocen datan de meditados del siglo VII a. C. 

Mapas de las estrellas y bestias míticas.
El efecto del Sol en la Tierra es evidente por la luz y el calor que proporciona, y el efecto de la Luna es casi igual de patente. Forma las mareas, por ejemplo, e influye sobre las plantas, los animales y el ciclo menstrual. Aunque nadie puede asegurarlo, podemos presumir que estos efectos fueron observados mucho antes de la escritura, y que paulatinamente se fue percibiendo y estudiando la influencia más sutil de otros planetas.

Cicerón, que escribió en el siglo I a. C., tiene una interesante explicación del desarrollo de la astrología. Decía que «los egipcios y los babilonios habitan en vastas llanuras donde ninguna montaña les obstruye la visión de todo el hemisferio, y así se han aplicado al tipo de adivinación llamada astrología».

Tanto en Oriente Próximo y Extremo Oriente como en las como en las civilizaciones inca, maya y mexica, los planetas que pueden verse a simple vista —Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno— se identificaban con dioses importantes.


Dioses egipcios en una escena astrológica de la tumba de Seti I, construida hacia los años 1200-1085 a. C.

PRIMEROS ASTRÓLOGOS.
Los astrónomos/astrólogos (durante siglos se los conocía por el mismo nombre) observaron el extraño comportamiento de los planetas —a veces titubeantes, a veces se movían hacia atrás, a veces se encontraban y después se separaban— y comenzaron a elaborar una teoría basada en estos movimientos y en los misteriosos y aterradores eclipses de Sol y de Luna.

Los primeros astrólogos conocidos vivieron en el siglo VII a. C. en los reinados de Sarandon de Babilonia (681-668 a. C.) y su sucesor, Asurbanipal. Astrólogos como Akkullanu, Balasi y Nabua-heriba trabajaban en salas adyacentes al templo de Ea (el dios de los oráculos) y anunciaban a los reyes los grandes acontecimientos que iban a producirse durante sus reinados. Es imposible sobrestimar su influencia: el rey no hacía un sólo movimiento importante sin el consejo de sus astrólogos.


Tabla astrológica sumeria - British Museum

La astrología babilónica se basaba en que los principales astros influían directamente en la Tierra: El Sol y la Luna, y también los otros cinco planetas de cuya existencia estaban convencidos: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno. También se asociaban a ellos los babilonios antiguos a siete deidades de su propio panteón con los siete astros: Marduk, Ishtar, Ninurta (Ninib), Nabu (Nebo), Nergal, Sin si Shamash, y el cambio de posición de las estrellas en el cielo eran interpretadas como las actividades de las respectivas deidades.

La antigua astrología babilónica no estaba orientada directamente al individuo. Se interesaba por grandes acontecimientos, como guerras, inundaciones y eclipses, y por su posible efecto sobre el rey, que encarnaba las asuntos del Estado y el bienestar de la sociedad.

Los secretos de eventos futuros que iban a suceder, alguna información acerca de la forma de ser de una persona, todo lo cual se "leía" de acuerdo con el movimiento de los astros y era información accesible sólo a ciertas personas como "elegidos". Los sacerdotes eran considerados los únicos que tenían este privilegio. Ellos fueron capaces de interpretar la acción de los dioses de acuerdo con el movimiento de los planetas, la realización de los planes que estaban en contacto con la gente.

EL ZODIACO.
En algún momento entre los siglos VII y V a. C. el recorrido del Sol sobre la Tierra se dividió en doce partes, cada una de las cuales medía 30° dentro de los 360° del círculo del Zodiaco. Cada parte se marcó con una constelación de estrellas y correspondía a un mes del año.

En el siglo V a. C. los astrónomos comenzaron a buscar maneras de medir los movimientos de los cuerpos celestes, y así se desarrolló el sistema completo de la astrología. Desde Babilonia, el estudio del cielo se extendió hasta Grecia, donde los matemáticos lo desarrollaron aún más. Para el siglo I d. C., ya había tomado la forma en que la conocemos hoy en día; los astrólogos del siglo XXI todavía empleamos las mismas normas que usaban sus antiguos predecesores para trazar e interpretar un horóscopo.

Se desconoce como nacieron las míticas criaturas del Zodiaco —la virgen, el pez, el carnero, etc.—. Los astrólogos afirman que las asociaciones entre los signos y los planetas y ciertas características humanas se realizaron empíricamente, y hay bastantes pruebas que sugieren que la elaboración de las técnicas astrológicas no se llevó a cabo a través de conjeturas psicológicas, o del inconsciente simbólico, sino (como en la ciencia) a través de la observación y el archivo de datos.

El desarrollo de la astrología fuera de Babilonia y Asiría tomó caminos diferentes. El interés de los persas en los planetas está muy alejado de la astrología occidental, por ejemplo, y la astrología islámica difiere aún más, ya que deriva de fuentes griegas, indias y persas. Los musulmanes estaban muy interesados en la materia, y el Corán los alentaba: «Él es el que puso para vosotros las estrellas que guiarán vuestro camino en medio de la oscuridad de la tierra y el mar». Al mismo tiempo, los chinos desarrollaron su propia versión del Zodiaco, con doce años consecutivos representados por doce animales. De hecho, pocas civilizaciones crecieron sin la ayuda de quienes aseguraban conocer el presente y el futuro a través del comportamiento de las estrellas.

Bibliografía:
  • PARKER, Julia & Dereck (2007) GUÍA COMPLETA DE ASTROLOGÍA, Barcelona, Grijalbo.

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