El Diablo

Lo que tradicionalmente se ha conocido como el arcano EL DIABLO expresa el reino del tabú, el desenfreno de lo culturalmente rechazado y el lado oscuro sin digerir que cada uno de nosotros lleva en el subconsciente. Este lado oscuro está en realidad en el centro de nuestro ser, que no podemos deshacernos de él y nunca podremos someter con éxito.

Desde sus primeras versiones, este arcano proyectaba una especie de vampiro-demonio, que provocaba el miedo de la Iglesia, alimentado en el hecho de que una persona podría "perder su alma" ante las fuerzas salvajes y apasionadas.

La imagen que surgió en la década de mediados de 1700, nos da una interpretación o visión más sofisticada del arcano, que mostraba una deidad “chivo expiatorio”, cuyo nombre esotérico es Baphomet .

Este arcano simboliza las reservas volcánicas de la pasión y el deseo primordial, el empoderar esfuerzos para superar la presión de los roles estereotipados y la experiencia de la verdadera libertad del alma.

Una imagen altamente evolucionada es la de Tavaglione, que retrata la fórmula mágica para aprovechar y transmutar las emociones primarias y obsesivas en energías transformadoras. Como parte del mensaje gnóstico de Tarot, esta temible pasión y energía deben ser reintegradas a la personalidad, para alimentar el paso del alma de mortal a inmortal.