Mito, arquetipo e interpretación de Marte, Júpiter y Mercurio

Los nombres de los planetas provienen de los dioses de antigua mitología clásica (grecorromana). Cada Dios-Planeta representaba una fuerza y principios vivos de la cosmovisión del universo. Es decir, un arquetipo, con cualidades definidas. 

Marte

El amante de Afrodita, Ares (hijo de Zeus), era el dios griego de la guerra, la masculinidad y el coraje. Su nombre romano era Marte. Simbólicamente, la relación de estos dioses asoció los ideales de amor / belleza con guerra / destrucción. Los romanos vieron la guerra como el mecanismo para preservar la paz y el orden, la Pax Romana. Por lo tanto, Marte fue uno de los dioses más importantes para los romanos. Los griegos no le dieron a Ares (Marte) la misma glorificación, y a veces mostraron un poco de desdén hacia él.

La conexión entre el amor y la guerra también expresa una verdad presente en otras tradiciones espirituales: la destrucción es una forma de creación. La destrucción despeja lo viejo y allana el camino para algo nuevo y hermoso. Ares (Marte) representando la agresión y el valor (reconocido por los logros de uno), y Afrodita (Venus) representando la belleza y el amor (realización en relación interpersonal). Como el dios hindú Shiva, si bien encarna el principio de destrucción, no es un dios malévolo, sino un dios cuya naturaleza insinúa la posibilidad de nuevos comienzos.

Se puede encontrar una conexión más moderna entre el amor y la guerra en el concepto de identificación de Sigmund Freud, que incorpora impulsos básicos, como el sexo y la agresión. Quizás el amor y la guerra estaban vinculados en los mitos de los antiguos porque esta asociación refleja una asociación de impulsos dentro de nuestra conciencia ancestral.

El planeta Marte lleva el nombre del dios de la guerra romano porque es de color rojizo, que recuerda al derramamiento de sangre. No es sorprendente que Ares (Marte) gobierne el signo astrológico Aries. Marte es también el regente tradicional o corregente del signo Escorpio. También rige el día martes (que lleva implícito el nombre de este dios), el nombre del día se basa en la expresión latina dies Martis, ‘Día de Marte’, y rige además el mes de marzo. El término ‹marcial›, como en ‹artes marciales›, se deriva de su nombre.

Arquetipo: Marte es lo Sagrado Masculino, el Guerrero Interior, el Héroe, el Iniciador, el Pionero, el Atleta, el Amante, es el principio de acción en general. Marte representa el principio de la fuerza energética. Simboliza esa parte de la psique que nos impulsa a actuar, a afirmarnos, a luchar, a seguir adelante y en contra, a ser valientes y vigorosos, a ser competitivos o combativos y asertivos. Marte es el guerrero arquetípico: gobierna la capacidad de agresividad, ira y energía física, así como las tendencias hacia las lesiones, la violencia y la impulsividad. Está conectado con la actividad deportiva, y también, como complemento opuesto de Venus, gobierna el aspecto masculino de la sexualidad. El arquetipo de Marte está asociado con la figura mítica griega de Ares, el Marte romano, el dios de la guerra.

En el horóscopo natal: Marte describe nuestra voluntad y cómo perseguimos las cosas que deseamos. Freud llamaría a esto la energía libidinal porque se centra en impulsos que no están necesariamente interesados en conformarse y pueden ser de naturaleza sexual. Asociado con las deidades de la guerra, Marte puede representar el temperamento de uno y cuán agresivos o pasivos somos para perseguir nuestros deseos. Marte es la energía que la persona emplea para obtener lo que necesita, también indica dónde no podemos sentarnos y ser pasivos, dónde nos gusta luchar, donde está nuestra pasión. Marte en el mapa natal indica cómo uno se afirma y expresa sus deseos.

Júpiter

Cronos (Saturno) castró a su padre Urano (Caelus), y subió al poder. Cronos gobernaba sobre los cielos, el mar y la tierra. Debido a ese acto violento, Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, profetizando que Cronos (Saturno) algún día sería derrocado por un hijo propio. Para evitar que esto sucediera, Cronos (Saturno) comenzó a comer a sus hijos una vez que nacían. Engendró varios hijos con su esposa, Rea, Rhea o Cibeles (fuertemente asociada con Gaia y la diosa frigia Cibeles, que tienen funciones similares, y los romanos la identificaron con las diosas Ops y Magna Mater o su forma de Cibeles), incluidos Hades, Poseidón y Hera. Se los comió a todos de inmediato. Pero Rea, a quien no le gustaba mucho que sus hijos fueran comidos por su esposo, después de dar a luz a Zeus, ideó un truco para evitar que Cronos se comiera a Zeus. Envolvió una gran roca con los pañales del bebé y, aparentemente, Cronos no pudo notar la diferencia. Se comió la roca envuelta en pañales. Rea llevó a Zeus a un lugar seguro, ocultándolo hasta que creció. Cuando creció, Zeus le sirvió a su padre un bebedizo, que le hizo vomitar a los hijos que había tragado antes (los hermanos de Zeus). Entonces, Zeus y sus hermanos emprendieron una guerra cataclísmica contra Cronos y sus tíos (los Titanes eran hermanos de Cronos), finalmente los derrotaron y los encarcelaron en las profundidades del sombrío mundo subterráneo, llamado Tártaro. Con los titanes fuera del camino, Zeus era libre de gobernar como rey sobre todo y todos, tanto dioses como seres humanos. Estableciéndose en el monte Olimpo con sus hermanos e hijos (los llamados "dioses olímpicos"), Zeus se convirtió en todopoderoso y omnisciente; y nadie pudo evitar su voluntad. Fue llamado Padre de Dioses y de los Hombres; incluso los dioses que no eran sus hijos carnales lo llamaban padre. Fue llamado Dios del Trueno, ya que él era quien sostenía el trueno y el rayo. Se le llamaba El Sabio o Consejero, como lo sabía todo, y era la fuente de sabiduría y consejo para dioses y hombres por igual. Estos son solo algunos de sus nombres.
Júpiter es el regente del signo Sagitario, y en la tradición astrológica clásica también es el regente de Piscis. El nombre romano de Zeus es Júpiter. El planeta Júpiter lleva el nombre del rey de los dioses porque es el planeta más grande. Júpiter también gobierna el día jueves, que corresponde a la expresión latina dies Iovis, ‘Día de Júpiter’.

Arquetipo: Júpiter simboliza el principio de expansión y éxito. Rige la tendencia a expandirse y crecer, a elevarse y elevarse, a buscar lo que es mejor o más alto, a mejorar y magnificar, a incorporar lo que es externo, a crear conjuntos más grandes. También rige la tendencia a experimentar éxito, honor, abundancia, felicidad y buena fortuna, y está conectado con la capacidad de magnanimidad, liberalidad, orgullo y optimismo. Además, Júpiter corresponde a una preocupación por los ideales y principios morales y filosóficos, con perspectivas de largo alcance o extensas, con la necesidad de una amplitud intelectual y cultural y, en general, con la lucha por la expansión de la experiencia (por ejemplo, a través de viajes, lectura amplia, exploración interior, etc.). El arquetipo de Júpiter está asociado con la figura mítica griega de Zeus, el rey de los dioses olímpicos, el romano Júpiter; llamado el Benéfico Mayor, está relacionado también con la Fortuna y la Providencia. Los aspectos principales que involucran a Júpiter tienden a indicar la naturaleza de la propia experiencia de expansión personal, crecimiento y éxito en todos los ámbitos de la vida, pero también con la con la indulgencia excesiva y cómo los impulsos en estas direcciones pueden ser excesiva.

En el horóscopo natal: La ubicación de Júpiter en el gráfico natal mostrará el área de la vida con la que el nativo se siente más cómodo con la idea de expansión. Júpiter está asociado con una sensación de benevolencia y suerte, y su ubicación por casa puede describir dónde parece que tenemos una especie de protección o fortuna. Júpiter impulsa a hacer los cambios que conducen a la realización. Es opuesto a la energía de Saturno, que enseña disciplina y produce una sensación de restricción. La ubicación de Júpiter en los signos describe cómo la energía expansiva de Júpiter es natural y puede ser aprovechada. Su posición por casa puede mostrar el área de la vida con la que nos sentimos más cómodos haciendo cambios. Júpiter indica también la parte del nativo que busca experiencias gratificantes. Ya sea a nivel físico, mental o espiritual, la directiva de Júpiter es "¡encontrar lo que te gusta hacer y hacer mucho más!" Está asociado con la benevolencia, la indulgencia, la expansión y la búsqueda de la abundancia. Júpiter en la carta natal representa cómo uno procura crecer y experimentar confianza en la vida.

Mercurio

Hermes, un hijo de Zeus (Júpiter), era el mensajero de los dioses, y también lo era la diosa Iris, el Arco Iris. Estaba asociado con viajar y cruzar las fronteras, tanto mundanas como divinas. Hermes usó esta habilidad para cruzar las fronteras, no solo para entregar mensajes de los dioses del reino divino a los humanos en la esfera mortal, sino también para llevar a las almas recién partidas de la Tierra al Inframundo. Su nombre romano era Mercurio. Hermes (Mercurio) era extremadamente rápido, con sandalias y sombrero alados que lo transportaban de un lugar a otro. Por lo tanto, estaba asociado con la carrera y el atletismo. Su posición como heraldo lo vincula con el lenguaje: es un dios de la escritura, la oración, la literatura y la poesía. También está conectado con los viajes, la diplomacia, la negociación y la interpretación.

Quizás lo más interesante es que Hermes (Mercurio) también era el dios patrón de los mentirosos, ladrones, embaucadores, estafadores y comerciantes. Se lo consideraba muy inteligente y astuto. De su asociación con los comerciantes, fue asociado con los negocios y el comercio en general. El planeta Mercurio lleva el nombre del veloz mensajero de los dioses debido a la velocidad de su órbita alrededor del Sol. Es el más rápido de todos los planetas. Mercurio gobierna sobre los signos astrológicos Géminis y Virgo. Mercurio también rige el día miércoles, que deriva de la expresión latina dies Mercurii, ‘Día de Mercurio’.

Arquetipo: Mercurio representa el principio de la mente, el pensamiento y el movimiento o intercambio de ideas a través del habla, la escritura y otras formas de comunicación. Rige la capacidad de conceptualizar y comunicarse, articular, usar palabras y lenguaje, analizar y comprender, aprender, percibir, mediar, transportar y conectar. El arquetipo de Mercurio está asociado con la figura mítica griega de Hermes, el Mercurio romano, el mensajero de los dioses. Un aspecto importante entre Mercurio y otro planeta tiende a correlacionarse con la forma en que los procesos mentales y neuronales tienden a funcionar, cómo se da y recibe información y la naturaleza de la educación y la visión intelectual. Representa también la astucia y el ingenio.

En el horóscopo natal: Mercurio inspira nuestra comprensión de las habilidades sociales y cómo pensamos y nos comunicamos, abordando la experiencia desde el hemisferio izquierdo del cerebro, la capacidad lógica. Su ubicación por casa y signo mostrará si somos tímidos y reservados o francos y provocadores al tomar decisiones. Mercurio se relaciona con la mente, mientras que su ubicación por signos inspira las características de la forma en cómo nos expresamos. Mercurio en el mandala astrológico del cielo de nacimiento representa el cómo uno se comunica y piensa.

Bibliografía:

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• Bailey, Alice. (1983): Los Trabajos de Hércules, una interpretación astrológica, Madrid, Luis Cárcamo, editor.

• Bailey, Alice. (1989): Tratado sobre los siete rayos, Astrología Esotérica, Volumen III, Ed. Fundación Lucis, Buenos Aires.

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• Guttman, Ariel; Guttman, Gail; Johnson, Kenneth. (2005): Astrologia e Mitologia. Seus Arquétipos e a Linguagem dos Símbolos, São Paulo, Madras Editora.

• Hard, Robin. (2008): El gran libro de la mitología griega, Madrid, Editorial La Esfera de los Libros.

• Hesíodo. (1982): Teogonía. Trabajos y días. Escudo de Heracles, México, Editorial Porrúa.