Palo de Espadas – Tarot de Marsella


Con fines adivinatorios, el palo de espadas representa:
1.    El aspecto mental de nuestras vidas cotidianas
2.    El elemento aire.
3.    Los tres signos de aire del Zodiaco: Géminis, Libra y Acuario.
4.    La letra vau (estabilización de la forma) del Tetragrammaton.

El palo de espadas está rodeado de una aureola siniestra. Se dice que preconiza discusiones y disputas, enfermedades y muerte; y en cierta medida es cierto. Al fin y al cabo, estas cosas forman parte de la vida, y son como un espejo de la propia existencia. Por tanto, el Tarot debe reflejarlas. Sin embargo, a este respecto se debe tener presente que las espadas representan una actividad mental intangible y qué son, al igual que las copas, de naturaleza ambivalente. Ello significa que también hay que interpretarlas con precaución y sumo cuidado.
Actividad mental es una fase tópica en la que cabe todo. Esperanzas y miedos, sueños y pesadillas, imaginaciones deseadas y tristes presagios son formas de actividad mental, y todas encuentran su expresión en el palo de espadas. Sin embargo, ninguna de ellas tiene que estar necesariamente relacionada con situaciones reales, y por lo tanto deberás repetir: con gran frecuencia las cartas del Tarot revelan primordialmente la superficie de la mente del interrogador, y la realidad sólo oblicuamente. Hay que tener presente esta frase cuando el interrogador se encuentra con una mayoría de espadas y busque una mayoría auxiliar en la que basar apropiadamente su lectura; será una ayuda muy valiosa para obtener una perspectiva más apropiada… La mayoría de las espadas son extremadamente comunes y se producen con mucha más frecuencia de lo que cabría esperar.
Ello se debe primordialmente a la sociedad en que vivimos, que en general es peligrosa y se encuentra llena de tensiones. Por ejemplo, los accidentes laborales y de carretera se producen en un porcentaje tristemente elevado. Nuestro entorno está polucionado en una escala sin precedentes. La violencia urbana y el terrorismo proliferan con alarmante promiscuidad. La estructura de la familia está cambiando. Nuestra sociedad, crecientemente tecnológica y mecanizada, puede ser atemorizadora, alucinante y frustrante, además de útil, y en un nivel global nuestro futuro nos parece de pronto precario e incierto. En suma, nos vemos obligados a adaptamos con mayor rapidez a situaciones de creciente complejidad ante las que no tenemos capacidad para influirlas de un modo significativo. En la actualidad existen muy pocas personas que no sean conscientes de estos hechos; pero, aunque la mayoría los tratamos moderadamente bien, un número creciente de individuos no se enfrenta a ellos de ese modo, y casi todos pensamos y nos preocupamos por esta cuestión a diario: especialmente cuando nuestras energías -biorritmos se encuentran en un nivel bajo o nos hallamos en un estado depresivo por otras causas más inmediatas.
A todo lo anterior hay que añadir que la mente ha reemplazado al sexo en cuanto que cosa inmencionable, por lo que para un gran número de personas ha dejado de ser la cosa natural que es, convirtiéndose en un monstruo sin rostro, en el Enemigo Público Número Uno. También esta actitud es el resultado de la sociedad en que vivimos, que la refuerza diariamente. Nuestra sociedad está orientada hacia la juventud.
Tenemos más ocio, más dinero, más juguetes de los que solíamos tener. Las circunstancias nos han separado del concepto muerte como hecho de vida, y el placer muy aumentado que sacamos de la existencia en estos días ha producido un vasto resentimiento ante la idea de la muerte. No hablamos de ella y en general no nos resulta muy visible, pues en lugar de producirse en la casa, como solía, en gran parte está limitada a entornas hospitalarios y clínicos. Las iglesias ortodoxas, cuya competencia ha guiado tradicionalmente nuestras actitudes ante la muerte, ya no guían la imaginación pública. En consecuencia, un gran número de personas tiene poca fe en una vida futura, por lo que la muerte se ha vuelto posiblemente más misteriosa y aterradora que en ninguna otra época de la historia. Además, la muerte es algo en lo que cada día pensamos con mayor frecuencia y algo que llega a psicotizarnos.
Tras lo expuesto para justificar ante los lectores y ante el interrogador e interpretador del Tarot la relación del palo de espadas con situaciones caóticas y con la propia muerte, y antes de pasar al apartado que tratará de los significados adivinatorios de este palo, deben extenderse todas las cartas del mismo sobre un pañuelo de seda, comprobándolas cuidadosamente para estar seguros de que se «trabaja» con los naipes adecuados. Mientras el interpretador va estudiando el palo debe acordarse de examinar mentalmente cada carta, lo cual es necesario para una correcta interpretación.
 
Las características físicas asociadas con el palo de espadas son las siguientes:
Paje (Sota) Pelo Marrón claro Ojos Azules
Caballero (Caballo) Pelo Marrón Oscuro Ojos Oscuros
Reina Pelo Marrón claro Ojos Grises
Rey Pelo Marrón Oscuro Ojos Oscuros
 
Bibliografía
• FLEURY, René (2010): Tarot, Barcelona: Ediciones LU Librería Universitaria.
• BERMAN, Klaus (1998): Tarot, Madrid: Edimat Libros.

Comentarios