Le Charriot – El Tarot de Marsella
El naipe de El Carro, La Carroza, El Carro del Destino, El Carro de la Providencia, El Carro Triunfal... simboliza el espíritu dirigiendo al cuerpo, la mente conduciendo el vehículo social la libertad que obtiene el hombre a través del conocimiento y de la creatividad. Expresa el éxito, el triunfo, la fama y el reconocimiento que pueden obtenerse a través de los propios esfuerzos, conocimientos, destreza y dinamismo. De ahí que se considere que este arcano significa la realeza, el carro triunfal de los antiguos conquistadores, la carroza de los reyes y, en consecuencia, la victoria de lo espiritual y la auto disciplina que domina a la materia, simbolizado por el carro arrastrado por dos caballos y conducidos de manera experta (para que no se desboquen) por el conductor o cochero, para que no se aparten del camino elegido.
La figura del naipe es harto expresiva. El conductor, que está coronado, lleva un cetro de oro en la diestra, símbolos de su poder y realeza. Los dos caballos, a veces en forma de esfinge (según el tipo de Tarot), representan la fusión de dos fuerzas o tendencias opuestas; el de la derecha significa lo espiritual y divino, y el de la izquierda, lo material, instintivo y mundano.
Por tanto, en su esencia, el arcano de El Carro anuncia que, si el individuo mantiene el equilibrio, el control entre lo espiritual y material, conseguirá que su mente, su inteligencia persevere en el camino correcto. Por ello, el conductor lleva unas hombreras en forma de media luna (que debe interpretarse como cuarto creciente y cuarto menguante), lo que significa que debe evitarse la inclinación hacia un lado u otro; es decir: no ser variable ni voluble, evitar la inconstancia, resistir las tentaciones (La Luna simboliza la variabilidad, los cambios repentinos, la imaginación sin rumbo fijo, el aspecto lunático de la persona), mantener un buen equilibrio moral y espiritual, ser disciplinado y no salirse del camino del deber.
Además, esta carta significa que es necesario controlar las emociones y sentimientos y mostrarse firmes a la hora de tomar cualquier determinación. En cierta forma, los dos caballos simbolizan las fuerzas vitales primitivas del individuo que deben dominarse, civilizarse, domesticarse. De una forma u otra, el arcano de El Carro nos habla o relaciona con nuestro destino, con nuestro caminar por el mundo, con nuestros logros, anhelos, conquistas o fracasos y con los esfuerzos cotidianos que hacemos por dominar y someter la materia a la naturaleza.
Por lo tanto, en conjunto, es un arcano más materialista que espiritual, ya que representa las ambiciones materiales y crematísticas, las realizaciones mundanas y los logros económicos y sociales que nos empujan hacia la cristalización de nuestro destino. En lo positivo, como respuesta a una cuestión, y a una sola carta, es un naipe que sugiere éxito, triunfo, victoria, logro, obtención, dominio o consecución de lo que se desea. Expresa continuidad o movimiento hacia adelante, marcha hacia la meta, progresión hacia el objetivo propuesto, avance en pos de la victoria final. Igual puede indicar asuntos que se ponen en marcha, acontecimientos positivos que se avecinan, como la aceleración en los asuntos que ya marchaban bien.
En adivinación, pues, se tiene como un avance, movimiento, puesta en marcha, dinamismo inmediato, progreso, promoción, traslado, gran actividad, rapidez en las acciones, éxito o beneficios a través de los propios esfuerzos, inteligencia o destreza, movilidad, desplazamientos breves y continuos (cotidianos), providencia, ayudas, protección, colaboraciones, negocios u operaciones comerciales, empresas de compra-venta, venta al detalle y venta ambulante, alabanzas por la actuación de uno, victoria final, sea en el plano personal, social o espiritual.
En el plano creativo significa destreza, maestría, pericia, arte, agilidad, habilidad, etc., pero especialmente en lo que se refiere a trabajos manuales, artesanales o empresas comerciales y no tanto en aplicaciones intelectuales o filosóficas.
Se comprende, pues, que en el mundo moderno es un arcano que debe relacionarse con los vehículos terrestres: automóvil, carro, tractor, excavadora, tren, motocicleta, bicicleta, etc. y, en consecuencia, con el empleo de chófer, el permiso de conducir, las autoescuelas, los profesores de autoescuela, los conductores, taxistas, representantes comerciales, viajantes, transportistas, camioneros, repartidores de todo tipo, mensajeros, carteros, repartidores de telegramas, etcétera. Y, en lo negativo, indica que pueden producirse accidentes o contratiempos con el automóvil o cualquier otro tipo de vehículo.
En el caso de un viajante, un taxista, un camionero, un representante comercial, un conductor de autobús, etc., significa que sus asuntos, empresas o empleo marcharán hacia adelante; que obtendrá pedidos, beneficios… si tiene la carta a favor. Pero en el caso de que en una pregunta a dos cartas la que siga a El Carro sea la de La Muerte, La Torre o El Diablo, significa todo lo contrario: viajes, esfuerzos, contactos y operaciones que no traen beneficios ni satisfacciones.
En otro plano, El Carro representa el tacto, relaciones humanas y diplomacia aplicadas a lo comercial, representaciones industriales, relaciones públicas, asistencia social etc., así como llamadas telefónicas, correspondencia, telegramas que traerán buenas o malas noticias, según el tipo de naipe que siga a El Carro. Asimismo, es un arcano que representa a los periodistas e informadores que han de moverse, trasladarse o ir tras la noticia o el suceso, incluidos los periodistas gráficos.
En el terreno económico es un naipe que significa, inversiones, movimiento de capital, noticias financieras, gastos o ampliación de negocio, propiedades y bienes para especular, la necesidad de publicidad de una empresa o producto o de mayor promoción personal, así como un probable traspaso de vivienda o negocio.
Hay que tener presente que, cuando se pregunta por el trabajo, empleo o negocio, los dos corceles no siguen la misma dirección: uno quiere marchar (o marcha) hacia la derecha y el otro hacia la izquierda. Y esto señala las dos posibilidades que se tienen; el doble empleo, dos inversiones, dos negocios dos asuntos a elegir. Y en otras ocasiones indica el pluriempleo, los dos trabajos o negocios simultáneos que se realizan o realizarán.
Por lo que se refiere al tiempo atmosférico, El Carro indica que se mantendrá el tiempo tal cual, sea estable o ligeramente inestable; señala brisas terrales, viento flojo, buena visibilidad, cielo despejado o nubosidad ligera.
En el plano de las profesiones, El Carro también representa a los fabricantes de automóviles y motocicletas, así como a los vendedores de los mismos y a las tiendas de recambios.
Hay que insistir en que este arcano simboliza, de manera especial, a los representantes comerciales, a los viajantes que van ofreciendo sus productos de puerta en puerta.
Cuando sale en posición del derecho
La carta muestra a un hombre subido en un carro, con dosel o palio, que está tirado por dos caballos. Nos muestra un hombre triunfante que se pasea por la vida en un carro haciendo alarde de su poder, su triunfo, de ser un conquistador. El hombre lleva un cetro en la mano derecha, símbolo de poder terrenal. Además, está arropado por un palio soberano y unas cortinas azules, que indican que está arropado por la espiritualidad, la inteligencia. Los 2 caballos, uno rojo la fuerza y acción, el otro azul, la inteligencia y la espiritualidad. Cada caballo tira en una dirección distinta, lo que representa que tiene todo en sus manos para conseguir esos éxitos y esas metas que se ha marcado, siempre y cuando logre conjugar todos los componentes y encontrar el equilibrio entre todos los elementos que tiene delante para conseguirlo.
Representa: El éxito, el poder, los viajes, los desplazamientos, posición social, persona de alto rango, la acción, amigos a su alrededor, fuerza y energía.
Cabalística: Lo asocia con la letra zaín y con el signo de Cáncer, con el planeta Marte o con el Sol y con el número 7.
Esotéricamente: Se asocia con el signo de Géminis, el elemento Fuego y con el Verano.
En numerología representa: al número 7. Es la cifra de Dios en su unidad perfecta, el número más grande del cosmos. Está compuesto por el 3 (la trinidad) y por el 4 (la doble dualidad o doble dialéctica). Es el número más positivo de todos, nunca es negativo y en todas la filosofías y religiones tiene una simbología muy importante.
Significado en los tres planos:
· Plano espiritual: La acción, unificar los principios opuestos, para que sean una única fuerza positiva y en el mismo sentido.
· Plano anímico: El valor, capacidad de decisión, el poder y la confianza en uno mismo, que permiten afrontar cualquier cosa.
· Plano material: La acción y la energía en sí misma, la ley de la simetría.
Su interpretación: siempre condicionada por las cartas que la rodean.
· Como resultado final: Es el éxito, el triunfo absoluto, la consecución de todos sus deseos por su valía. Anuncia un viaje. Amigos que le rodean y apoyan.
· Como persona: A veces se refiere a una sola persona y otras veces se refiere varias, a favor o en contra, amigos a tu alrededor. Pero define a personas audaces, voluntariosas, que no tienen miedo a nada, que pasan rápidamente a la acción.
· Como situación: Momentos importantes y cruciales que no se pueden obviar, que merecen toda nuestra atención si queremos conseguirlo. Habla de viajes, desplazamientos, aventuras.
Amor: Habla de un enamorado osado y capaz de hacer evolución una nueva relación rápidamente. Reaparición de amores pasados, que pueden complicarnos la vida. Persona capaz de hacer evolucionar o precipitar una relación.
Salud: Nos avisa de la posibilidad de algún problema de salud.
Trabajo: Fuerza y seguridad en su trabajo. También nos dice que el éxito depende de Ud...
Dinero: Aumento de ingresos de cualquier índole, incluso de deudas que daba por perdidas.
Cuando sale en posición invertida
Suele advertir de actividades mentales y proyectos inconvenientes o negativos, de angustia o depresión emocional, desmoralización, desequilibrio nervioso, intemperancia s de carácter, fatiga, agotamiento, enfermedad o lesión que impiden la actividad normal de la persona (en especial afecta al aparato locomotor).
Asimismo, significa malas noticias (carro y mensajeros cabeza abajo), falta de equilibrio o de sensatez para alcanzar lo que se ambiciona o se tiene en marcha, pérdidas económicas, empresa que no funciona bien, pérdida del sentido de la realidad y de lo práctico, persona que no escucha ni acepta los consejos de los demás, pérdida de empleo o de pedido importante, falta de prudencia que traerá perjuicios, contratiempos, problemas, obstáculos insalvables.
Por otro lado, este arcano al revés acentúa el peligro de accidente de automóvil u otro vehículo (vuelco del carro), lesiones fortuitas o profesionales (sobre todo en el caso de prácticas deportivas en que intervengan mucho los pies, como montañismo, fútbol, ciclismo, baloncesto, atletismo, hockey sobre patines, patinaje, etc.), aumentando el peligro de lesiones en los pies y piernas (el carro o el conductor no podrán andar durante algún tiempo). En el caso de preguntar por un partido, carrera, competición quiniela, etc., el carro cabeza abajo significa derrota.
Amor: Estancamiento, falta de ideas en la vida de pareja.
Salud: Peligro de recaídas, indica la necesidad de tener un cuidado especial con los niños.
Trabajo: Falta de objetividad y de fuerza en los nuevos proyectos y en las relaciones con sus compañeros de trabajo. Traición por envidias.
Dinero: Ruina, despilfarro, gastos imprevistos…
Bibliografía
FLEURY, René (2010): Tarot, Barcelona: Ediciones LU Librería Universitaria
BERMAN, Klaus (1998): Tarot, Madrid: Edimat Libros.
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