Los nombres usados por los maestros fabricantes de juegos de cartas de los Tarots de Marsella de los siglos XVII y XVIII


Se hace evidente, al estudiar a los maestros fabricantes de cartas que trabajaron bajo nombres asumidos de la tradición occidental, el encontrar los nombres de "Jean" y "Jacques": que aluden a la gente (en francés: gens, por tanto, jean) de las ciudades y aquellos (Jacques) del campo: Jacques Viéville, Jean Noblet, Jean Dodal, Jean-Pierre Payen, Nicolás Conver.
Dos tradiciones fueron las del origen de los conocimientos transmitidos por el tarot. Uno fue el de la imagen, diseñadores de vidrieras y escultores de capiteles, de la cual originaron tarots que hoy llamamos "de Marsella" y que habían probablemente estado o nacido en Milán. La otra tradición de los arquitectos y albañiles, a veces es clasificada como en la tradición Piémontaise o Bolonia.
En el corazón de estas tradiciones yace el conocimiento del "viaje del alma". Aunque difieren en el contenido de las imágenes, es porque simplemente ello indica que estos dos grupos no comparten el mismo ambiente mental. Una imagen no le habla de la misma manera de a albañil que a un artista. Para transmitir, a través de imágenes, esta "forma de vida" o viaje del alma, tuvieron que adaptarse a cada determinado público u otro. Y el público del campo no es igual a la de los pueblos, las villas, las ciudades. Artesanos y trabajadores rurales no eran habitantes de la ciudad, ni eran letrados o estaban alfabetizados.


Tradicionalmente, "Jacques" significa erudito; el Master Jacques o Maitre Jacques (Maestro Jacques) en la antigua tradición de la Hermandad de las compañías de constructores era un grado superior de la dicha sociedad, y los demás eran conocidos como Children of Master Jacques (los hijos del maestro Jacques). Jacques o cagot builders también era el nombre genérico de un pueblo de constructores y agricultores, el pueblo de la piedra y la tierra, que viajaban por el mundo occidental y el Mediterráneo, y que construyeron innumerables edificios sagrados en la era cristiana.
El nombre Jacques, proviene de la tradición del campo, y el de Viéville, proviene del anciano que vive en la villa o en la ciudad. El habitante viejo provinciano que vive en la ciudad. A través del nombre que asumió, Jacques Viéville indica que la tradición que llegó procedente del campo, y la probabilidad de que tenía una fuente de conocimiento basado en la vida rural.
El nombre de Jean Noblet, que era parisino, alude a un habitante de la ciudad, que sirve a una clientela noble en un barrio elegante de la ciudad.
En cuanto a Jean Dodal en siglo XVIII, de Lyon, el nombre Jean lo situa como un artesano de la tradición de la imagen. Dodal, por el contrario, puede ser realmente su verdadero apellido.
Jean(-Pierre) Payen (Payen es pagano en francés) de Avignon, del comienzo del siglo XVIII, no va con rodeos, y su nombre alude a que se trata de un artesano o fabricante de imágenes secular; el dice: "Yo soy un profesional secular de las imágenes", dice, "Lo que transmito no es religión".
Nicolás Conver es probablemente el último transmisor histórico del tarot. El nombre Nicolás inmediatamente sugiere un origen germánico o alsaciano. Y el apellido Conver, "Conversión" es, por supuesto, un converso. Nicolás Conver probablemente fue un judío que emigró de Alemania. Una vez instalado en Francia, él no tomó un nombre tradicional, tal vez por ignorancia. Más probable es que no usó uno porque, en su momento (mediados del siglo XVIII), la transmisión directa de maestro a compagnon (aprendiz) era cosa del pasado.
La Sociedad o Hermandad de los Jacques estaba conformada por cuatro  corporaciones: campesinos y artesanos, comerciantes y financieros, guerreros y príncipes, eruditos y curanderos de la Edad Media cristiana, y se agrupaban bajo el blasón de de Saint Jacques: en la orden de Saint Jacques de la Vara, la orden de Saint Jacques de la Copa, la orden de Saint Jacques del dinero o la moneda (denier), en cualquiera de estas formas, y por supuesto, la orden de caballería que garantizaron la protección de los primeros peregrinos a Tierra Santa, es decir, la orden de Saint Jacques de la espada.
Esta división de la sociedad en cuatro corporaciones se ilustra, por supuesto, por el Tarot: Bastos o varas, Espadas, Oros y Copas, que más tarde se convirtió en picas, diamantes, tréboles y corazones. Esto no es una coincidencia, ya que los mismos canteros y grabadores de catedrales han transmitido los misterios del Tarot sagrado. Su enseñanza se encuentra totalmente contenida en el Tarot, que viene directamente de la ciencia sagrada que prevaleció en su época.
Se ha tomado el año de 1717 como fecha indicadora de cuándo se estableció la primera Logia Masónica en el rito escocés. Un año que marca el final de la transmisión de los conocimientos tradicionales y un cambio radical en la mentalidad. Pasamos de la tradición "operativa" (el francmasón sabía cómo construir una pared) a la tradición "especulativa o secreta" (él sólo podría hablar sobre ello) Francmasonería.
El Siglo de las Luces, quizá fue justo cuando desaparecería el último de los cagot builders del suroeste de Francia, y la última de las "brujas" fue quemada hasta la muerte en alguna plaza de un pueblo, y la química sustituyó a alquimia, y los últimos rastros de la Época Medieval y su conocimiento sagrado se hundieron en la noche polvorienta del tiempo.

Bibliografía:
VV.AA. (2012): The Tarot of Marseille and the French Tradition, Letarot Editions. Sainte-Suzanne, France.

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